-¿Estas completamente segura Valerie?- Rony me miró no muy convencida y asentí.
Había limpiado el apartamento a las 6 de la mañana, había hecho las compras, había ido a trabajar y había charlado con Jessi. Cada día estaba más feliz de su pequeño. me había comido todas las uñas y me había visto en el espejo durante minutos, largos minutos. Quería un cambio radical, algo que no fuera mio y que me encantase.
Me miré en el espejo y no podía creerlo. Tenía mi tono natural. Desde los 14 años traía el cabello de colores. Violeta, fuccia, azul, verde, rojo, gris. El color miel me sentaba bien, me sentía con serenidad. Agradecí a Rony quien no me quiso cobrar, era amiga de mi abuela desde que tenía memoria.
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Alcancé a almorzar un sandwich de queso y tomate a las 4 de la tarde. Volví a limpiar el departamento. Cada rincón, lugar oculto y cada adorno. Sabía perfectamente que estaba tratando de evitar aquello, poro era imposible. Lo detestaba, no quería salir con el, no quería. No podía soportar que me menospreciara.
Me bañé a las 7:30, me maquilla y me vestí. Como para salir con el.
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Me serví una copa de vino y me senté en el brazo del sofá, mirando directamente la puerta. Devatiendomé. 8:30. ¿Iría? ¿Sería correcto? El dijo que solo iríamos a un bar, podía ir y pasarmelo bien, quizá hasta podría bailar con alguien y olvidarme de el. Si quería llamarme zorra, pues bueno, que tenga un motivo. Pensé, pensé, pensé. Casi me salía humo por las orejas de tanto darle vueltas a la situación. ¿Por qué no? Sabía que me iba a arrepentir de haber ido, pero ¿Que más daba? Podía hacer lo que se me de la gana, Alex no contestaría el celular y no iba a deprimirme ni a quedarme en mi apartamento. No, esa no era mi nueva versión.
Iba a ir a divertirme y que Stephen se joda, tendría que llevarme a un bar, pagarme los tragos por arruinar mi cita romántica. Luego que se vaya a follar con cualquier otra, que más daba.
Unos fuertes golpes interrumpieron mis pensamientos. Miré el reloj. 9:23. Coño.
-Maldita sea, no quería venir a buscarte aquí, me has dejado esperando 23 minutos niña.- No me molesté en contestarle. Tomé mi billetera y pasé por su lado sin mirarlo y me dirijí a las escaleras. Traté de ignorar su mirada en mi trasero y cuando bajamos el se subió a su moto. Tomó su casco y se lo puso.
