#11 Un favor

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Jessi vestía una falda suelta que tapaba toda su anatomía y una remera en la que se leía "This Is Not an Apology". Sonreí, ¿Así que esta era la verdadera Jess?

Me saludó amistosamente con la mano y me invitó a sentarme algo emocionada.

-Val, ya he ordenado la pizza, espero que te guste la de peperoni con aceitunas.- Sus ojos brillaban.- Es mi favorita. Oh lo siento estoy muy emocionada, es que es mi banda favorita y cuando Joe dijo que Ralph los invitó no pude evitar emocionarme. ¿Llueve demasiado?

Sonreí y abrí los ojos.- Buenas noches Jess, ¿Como estas?.- Solté sarcásticamente y ella arrugó una mueca.

-¡OH! Lo siento otra vez, bien y tu?.- Pues besé a mi estúpido, imbécil y machista "jefe". No. Opté por reservarme ese minusculo detallito.

-Bien, allí afuera llueve como si fuera el fin del mundo. Tengo suerte de vivir aquí en frente.- No escuchó ni la mitad de lo que decía y volteó para observar a Ralph que salía de su despacho. Al fin había vuelto. Su sonrisa se ensanchó y caminó en nuestra dirección. Su simpática presencia hizo que liberará una pequeña tensión que acumulaba desde varios días. Me relajé. No tendría que cruzarmelo nunca más; no tendría que descubrir que coño era lo que me había hecho sentir. Recordaba cada mili segundo de sus ojos abiertos, mirándome intensamente, el celeste cielo tenía pequeños destellos azules y negros, eran precioso, pero duros. Me dí un golpe mental y salude a Ralph con un abrazo y una palmadita de hombro.

-Valerie, veo que te has hecho de una amiga y un amigo.- Su cuello rebotó en dirección a Joe quien amasaba la pizza y sonreía en nuestra dirección.- Pero también un enemigo.- Y mi sonrisa se evaporó. Los ojos del viejo grandote y canoso que tenía delante me miraron con curiosidad.- ¿Que le has hecho a Steph para que diga odiarte tanto?.- ¿Dijo que me odiaba? Wow, ese chico era bipolar. ¿Debía decirle que hace minutos me había besado de la forma más excitante que existía? Quizás no.

-Oye, ¿Qué calse de versión de la historia te han contado?- Jessi habló con Ralph como si fuera su mejor amigo de toda la infancia. Me resultó extraño.- Ese crío es complicadisimo. Podría volver a Inglaterra y dejar de joderle la existencia a Val. Lo único que parece hacer bien es agarrárselas con ella.- Joder, me iban a echar si ella seguía abriendo su bocota. Estaba bien, no me interesaban los insultos a mi persona de Stephen, yo quería ese empleo.

-Hablaré con él, es un muchacho complicado. Solo ignóralo Valerie. Joe me ha dicho que has hecho un trabajo excelente.- Sonrió con felicidad y yo me compliqué la cabeza. ¿No le molestaba en lo absoluto que su sobrino me odiara? Quizá no tenían una buena relación. O quizá todos conocían lo problemático y antipático que era Stephen. Y como nombrar al diablo se apareció por la puerta vestido de una forma increíblemente provocativa. Tal vez luego de haber probado lo que se sentía ese hombre yo estaba alucinando que se veía más caliente que de costumbre. Sus nudillos estaban rojos y violaceos y en su mano derecha había un corte profundo. Que estúpido temperamento del demonio que tenía. No podía imaginar a que limite de amargado y gilipollas era.

-Muchacho!- Ralph lo abrazó con afecto y Stephen solo le palmeó la espalda, sin cambiar su expresión dura.- ¿Vas a cenar con nosotros?- Su mirada lo decía todo. Recorrió la mesa y chocó con migo.

-Claro que no.- Solo eso bastó por arruinar la felicidad de su pobre tío y largarse a caminar a una mesa sola en la esquina.

-Como sea, invité a Luke. Vendrá con Samy.- Oh genial, Samy. Había olvidado que ella existía. Jessi charló con Ralph hasta que llegó la pizza, guiñe el ojo a Joe y comimos tentados de la risa por los comentarios de Jessi. Cuando Luke llegó estaba empapado, la lluvia había empeorado y Samy tiritaba del frío. Ni ella saludó a Stephen y este tecleaba en el celular.

Black Beauty ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora