CAPITULO 28

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Tras reaccionar, fue andando hacia delante mientras iba abriendo la carta.

Cuando Daniela comenzó a leerla, las lágrimas de sus ojos caían cada vez con más rapidez.

La carta decía:

Como supuse que en persona no me ibas a querer escuchar, decidí hacerte esta carta para poder explicártelo todo con claridad.

Los motivos por lo cuales te deje, no eran verdaderos.

Sé que al principio no me creerás, pero te lo voy a contar.

Yo sabía antes que tú lo de tu trabajo en Londres, me lo había dicho un amigo mío que trabaja allí y sabía que si cuando te ofrecieran el trabajo yo estaba contigo, ibas a renunciarlo por mi. Yo no quería que hicieras eso pues sabía que era el sueño de tu vida y era algo que siempre habías deseado.

Tras pensar en todo lo que estaba pasando llegué a la conclusión de que dejarte iba a ser lo mejor para ti.

Como bien sabes yo siempre he mirado más por ti que por mí, y en este caso lo hice.

No sabes ni lo que me costó hacerme a la idea de que ya nunca más volvería a estar contigo, de que ya no eras mía. En realidad aun me cuesta, pues a día de hoy no he sido capaz de hacerme a la idea de que no te tengo, de que ya nada es igual que antes.

El intentar irme con otras, no hizo que esta herida sanara, es más te puedo asegurar que cada vez duele más.

Los días se me han hecho eternos, pues no había un minuto en el que no pensara en ti , en que estarías haciendo o en sí te acordarías de mí.

Pues, ¿sabes que pienso? que la parte más difícil de la distancia es que no sabes si te están extrañando o te están olvidando.

Con todo esto quiero que sepas, que el motivo por el cual te dije adiós no fue verdadero, pues como te estoy diciendo lo hice por tu bien.

Ahora tienes dos opciones, sentarte ha hablarlo conmigo y dejarme que te lo cuente todo en persona o no contestarme a esta carta y pasar de mi, quizás me lo merezco.

Decirte que como desde el primer día te quiero, más que a nada y más que a nadie.

Un beso, Nicolás.

Las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Daniela, no sabía como reaccionar

Algo más que un simple amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora