Ever Since New York ⇢h.s.

Sinopsis.

Nos encontrábamos en Six Flags Great Adventures, en Nueva Jersey, estábamos esperando en la fila para subirnos a una de las montañas rusas del parque, me costó mucho lograr convencer a Harry de subirse ya que al parecer le tenía un poco de miedo a este tipo de atracción.

— No puedo creer que estoy a punto de subirme a una montaña rusa – dice consternado con su mirada fija en la atracción

— Relájate – le acaricio suavemente su brazo – Estaré yo para protegerte – le tomo su mano y entrelazo sus dedos con los míos

— Gracias a Dios te tengo a ti conmigo – dice regalándome una de esas sonrisas que tanto me gustan y lleva nuestras manos entrelazadas a sus labios para darle un pequeño beso.

— Su turno – dice el chico que monitorea el juego

Subimos a la pequeña plataforma para luego poder ubicarnos bien en uno de los asientos del juego, ya listos, el chico ve si ajustamos bien nuestros cinturones y le da inicio al juego, siento la mano de Harry sujetar fuertemente la mía y no me quejo de hecho me encanta como nuestras manos encajan perfectamente con la otra, lo miro y le sonrió para ver si se tranquiliza un poco.

A medida que vamos subiendo lentamente por la montaña rusa hasta dejarnos unos segundos parados antes de darle inicio a nuestra diversión.

— Solo quiero que sepas una cosa Danie – empieza a decir y yo lo miro atenta – Eres lejos la mejor chica que he conocido en mi vida y voy a confesarte algo – dice y justo empezamos a bajar rápidamente y solo sentí la mano de Harry aún más aferrada a la mía y al mirarlo veo sus ojos cerrados como si estuviera rogando para que se acabara luego el juego, ahora que lo miro no debí haberlo convencido de subirse si no quería, me entro el remordimiento. - ¿Danie? – grita el entre medio del juego

— ¿Qué paso?

— ¡Me gustas! – grita y me di cuenta que ya habíamos llegado al final de la estación.

Lo miro anonada con su confesión, esperamos unos segundos antes de que desajustaran nuestros cinturones y el primero en salir es Harry, se veía un poco descompuesto, lo veo correr a la primera banca que se encontraba a unos metros de distancia, lo sigo hasta sentarme a su lado.

— ¿Estás bien? – pregunta absurda de mi parte

— Solo déjame que el aire vuelva a mis pulmones – responde y yo rio

— No debí haberte casi obligado a subirte – digo arrepentida – Lo siento.

— No te preocupes Danie, haría todo esto y más por verte sonreír

No puedo evitar no sonrojarme ante sus palabras.

— ¿Harry? – pregunto tímida

— ¿Qué paso? – dice ahora más regularizado, el color había vuelto a su rostro

— Tú también me gustas – digo eso, veo una sonrisa asomarse entre sus labios y decido tomar yo la iniciativa, lo beso.

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