Once.

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Hoy era domingo y eso solo significaba una cosa, era hora de irse, tendríamos que irnos temprano, no estaba en nuestros planes, pero llamaron a papá de urgencia pidiendo que llegara a Nueva York lo antes posible, extrañare mucho a los abuelos, fueron sin duda los mejores días de estas vacaciones, de hecho creo que va peleando el primer lugar con mis salidas con Harry, hablando de él, esta mañana me escribió un mensaje de buenos días acompañado de un corazón, luego me mando otro diciendo que quería que llegara luego esta noche para nuestra cita.

Estoy nerviosa, debo confesarlo, estos días me he dado cuenta realmente de mis sentimientos por Harry, decir que no lo extrañe sería una gran mentira, en tan poco tiempo se volvió alguien importante en mí, no quiero que pase el mes, para ser verdad y eso es por dos simples razones, no quiero volver a la universidad a estudiar y no quiero que Harry se vaya.

Días atrás Harry no me escribió ningún mensaje ni tampoco recibí una llamada de su parte, pero luego me explico él porque estaba así, y era por un mal momento familiar que estaban pasando ahora, ahí me quedo todo más claro y entendía su tristeza o si no hablaba conmigo, le dije que cuando llegara a Nueva York que podíamos hablar mejor, pero el solo menciono que no quería hablar de ellos en estos momentos y lo entendí, no voy a presionar a alguien a que me cuente algo si él no quiere.

Subimos al avión que nos llevara de vuelta a la gran ciudad de Estados Unidos, volveremos al caos y a los ruidos.

—   No quería venirme – me cruzo de brazos haciendo un berrinche como una niña pequeña apenas me siento en el avión.

—   Danie. – dice mi madre – Sabes que tu padre no quería que sucediera esto, pero es una emergencia.

—   Lo sé, pero lo estaba pasando bien con los abuelos.

—   Nosotros también – acoto ahora mi padre – Pero volveremos y quien sabe, puede ir hasta Harry. – me guiña un ojo divertido.

—   Para cuando vayamos Harry también se habrá marchado. – miro la ventanilla.

—   ¿Cuándo se va? – pregunta mi madre.

—   En menos de dos semanas – respondo.

—   Pero te quedaran los mejores momentos. – dice ella reconfortándome.

—   Lo sé, lo mejor que he me ha pasado en toda mi vida ha sido conocerlo.

—   Mi hermana está enamorada. – dice Amanda molestándome, yo le saco la lengua – Madura.

—   Cinturones, por favor. – nos dice la azafata a nosotros.

—   Sin comentarios – digo antes de ponerme mis audífonos, no pienso sacármelos hasta que lleguemos a Nueva York.


Harry.


Tenía la reservación lista en el restaurant "RiverPark", tenía vista a la ciudad y de noche, el chico con el cual me comunique para hacer la reserva me prometió que me iba a hacer una noche fantástica y les creo.

Me encargue de mandarle un ramo de rosas rojas a su casa con una pequeña nota diciendo lo ansioso que estoy para esta noche, además es un buen regalo de bienvenida luego de su viaje.

Siento sonar mi teléfono, indicándome que es un mensaje, sonrió apenas veo quien es el remitente. 

Danie ❤️

Gracias por las rosas. ☺️

Pd: yo también quiero que llegue la noche para salir contigo.😊

Ever Since New York  ⇢h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora