Ever Since New York ⇢h.s.

Seis.

Había quedado con Carly para ir a comprarnos un vestido para esta noche en el centro comercial, luego de pasar por cada una de las tiendas logre encontrar el vestido perfecto para la ocasión, simple y sencillo, color negro.

Luego fuimos con Carly hacia su departamento para poder arreglarnos, nos encontraríamos con los chicos en el bar al igual que con Harry nos veríamos allá, tenía una cena con su familia y un socio, lo entendí y le dije que me avisara cuando llegara allá.

— ¿Cómo me veo? – dijo la rubia saliendo del baño con un vestido dorado de lentejuelas y sus infaltables tacones negros, su pelo rizado y sus siempre labios rojos.

— Te ves bien amiga. – le dije mientras me ponía de pie para tomar el vestido y los zapatos porque ahora era mi turno de cambiarme, ya se nos estaba haciendo tarde.

— ¡Apúrate! – me grita mi amiga desde su habitación.

— ¡No me apures cuando fuiste tú quien se demoró como dos horas aquí dentro! – le grité de vuelta, no recibí respuesta, había ganado la batalla.

Me despoje de mi ropa para ponerme el vestido, lo ame desde que entre a la tienda y cuando me lo probé quede aún más maravillada.

Me puse los tacones del mismo color, arreglé mi cabello dejando las ondas caer por mis hombros, me puse un poco de brillo labial y listo.

Me demore menos que mi amiga.

— Listo. – dije abriendo mis manos como si estuviera terminando mi show - ¿Qué te parece? – digo dando vueltas.

— Alguien va a pasar una buena noche hoy. - dijo en doble sentido Carly, me cruce de brazos.

— Faltaba tu comentario pervertido.

— Me amas igual. Pero lo digo en serio chica, Harry va a quedar maravillado cuando te vea. – dice pasándome una chaqueta y mi bolso. - ¿Lista para pasarlo estupendo esta noche? – pregunta mi amiga.

— Nací lista. – dije riendo, mi amiga negó con su cabeza y salimos del departamento.

Luego de como quince minutos de camino, llegamos al famoso bar que queda en el centro de Nueva York, esta noche vine con un solo objetivo, pasarla bien con Harry, nos divertiríamos bastante, bailaríamos mucho, no sé si emborracharse, pero si tomare algunos tragos, pasar un buen rato con mis amigos que volvieron de sus vacaciones y mucho más.

Apenas bajamos del auto nos encontramos a Tyler y Dylan, esperándonos, debo decir que tengo los mejores amigos más guapos de toda la ciudad, no había chica que pasara sin mirarlos, eran todos unos galanes y rompecorazones.

— Pero que guapas amigas tengo – nos adula Dylan apenas salimos del auto.

— Pues yo creo que nosotras tenemos al amigo más guapo de la universidad – le guiña un ojo Carly yo solo rio.