Por una patineta

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La verdad era, que él no conocía bien a Leondre Devries. Era un amigo en común. Lo veía cada tanto, y cuando lo hacía, no pasaba más de un "hola" o pasar la tarde con el grupo.

No llegaban a ser amigos, pero sabían unas cuantas cosas del otro. Charlie sabía que a Leo le gustaba patinar y por eso siempre llevaba consigo una patineta. Y Leo sabía que Charlie amaba usar lentes, pero no sabía el motivo, solo le parecía raro que tenga miedo de quitárselos. Solo el amigo que los tenía en medio sabía.

Aunque no le tomaban mucha importancia a esos datos, por lo menos podían sacar temas de conversación algún día, si es que por fin decidían hablarse como seres humanos.

Como sea, un día pasó que Charlie iba caminando por el centro. El centro en su ciudad conectaba todo, así que todo estaba cerca. Por lo tanto la pista de patinaje y skateboarding estaba cerca. No es que quisiera ir por alguna razón, solo quería ir al establecimiento ese....

Cuando entró al lugar saludó a cada persona que conocía, pero no vió a Leondre en ningún lado. Pensó que estaría allí. Siguió caminando por ahí, y cuando se cansó (porque no tenía nada que hacer en ese lugar), se topó con la patineta de Leo... Raro. Su skate estaba ahí, pero él no, "se lo habrá olvidado" pensó.

Y cuando estaba apunto de agacharse a tomar el skate, un chico pasó corriendo a su lado que lo chocó, haciéndolo caer en cuatro patas. Por esto, sus lentes de sol cayeron, haciendo que se ponga histérico por ponérselos de nuevo. No podía dejar que nadie vea sus ojos, no quería, tenía miedo. Pero una vez que se los puso de nuevo, tomó la patineta y salió corriendo, retomando así su misión de devolverle el objeto a su "amigo".

El debía ir a su casa para darle su patineta, y gracias a su amigo en común y tantas juntadas, sabía donde vivía el menor.

Yendo para allá, le intetanron robar, y digo intentaron porque Lenehan no les dejó. Pero lo que sí lograron robarle durante la pelea, fueron sus lentes de sol.

Se quedó petrificado al darse cuenta de que no tenía los lentes puestos. Sus hermosos cubre-ojos (como él los llamaba) ya no estaban, y todo el mundo podía ver eso que tanto detestaba.

Agarró la skateboard y salió corriendo, así como hizo en la pista de patinaje. Corrió tan rápido que ni cuenta se dió cuando llegó a una cuadra de la casa de Leondre. Pensó como lo vería; con asco, y no aguantaría eso. Así que decidió solo dejar la patineta ahí y volver a su casa lo mas rápido posible, para que él ni nadie vea sus ojos. Pero cuando se dió vuelta y estaba apunto de dejar la patineta...

-¿Charlie?

Se quedó quieto.

-¡Charlie, que sorpresa!- dijo Leo -¿es esa mi patineta? Wo gracias, me la olvidé el otro día e iba a buscarla y....

-Tomá- dijo Charlie sin voltear y dejándola en el piso -Chau.

Pero Leo no se iba a quedar ahí parado esperando a que le diga qué pasaba. Él ya sabía que tenía algo raro. No usaba sus lentes y... ¡No usaba sus lentes!

-¡No tienes lentes! ¡Es la primera vez que no las usas! A ver, quiero ver tus... ¿de qué color son?

-¡No! No... los mires.

-¿Por? No pueden ser tan feos, digo, mirá los míos, son marrones.

-Por lo menos son normales.

-¿Eh?

Charlie ya no tenía escapatoria. No le veía mas opción que darse la vuelta y mostrarle sus ojos.

-Te mostraré, pero no grites o te rías. - y Charlie volteó.

-Tus ojos... eres...

-Si, heterocromático, y doy asco, lo sé.

-Un ojo azul y el otro marrón oscuro.- se rió -Igual que mi mamá Charlie. Y ¿sabes qué? Me encantan.

One Shots ChardreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora