"DESTINOS ENTRELAZADOS" [YURI ON ICE] ⚠️[EN CORRECCIÓN]⚠️

EL RECUERDO DE UNA ESCENCIA

—No es verdad...no es verdad...

—Lo siento tanto Yuuri, de verdad lo siento–. Las lágrimas de mi madre caían junto con las mías.

Mari-nee estaba...¿muerta? Me era imposible creerlo, su sonrisa, aquellos animos que siempre me alzaba, su risa, era imposible creer que...una persona como ella...muriera.

—Lo siento Yuuri, lo siento, todo fue mi culpa, la dejé ir, la dejé ir...dejé que muriera–. Mi madre lloraba desesperadamente, me dolía verla así, mucho más cuando ella no era quién tenía la miserable culpa.

"¿Te esperaría, he?"

Repetía cada palabra que había dicho aquel día en mi cabeza. Apretaba los dientes y mis puños haciendo el intento de no dejar que las lágrimas salieran e invadieran mi rostro, pero el dolor era demasiado.

Me incliné un poco y abrí mis pequeños brazos para mi madre.—No fue tu culpa...no fue tu culpa mami.–sollozaba.

—Yuuri...–murmuró mi madre con voz apenas audible.

—Lo siento, tengo que salir un momento.–dije poniéndome de pie y abriendo la puerta.—Vuelvo en un rato. Quiero estar solo.–seguido cerré la puerta.

Corrí y corrí con los ojos cerrados, llenos en lágrimas y tan rojos que parecía que una alergia me habia tacado.

Me dirigí al parque más cercano, necesitaba estar solo y pensar sobre todo aquello. Me dolía el corazón.

Me mataba sentir esa sensación de que algo dentro de tu pecho arde y se quiebra, dejándote hundido una tremenda desesperación de gritar, maldecir y acabar con aquella cosa originaria de ese dolor. Necesitaba llorar...llorar por aquella persona que tanto amé.

Me senté en la primera banca metálica que vi y cubrí mi rostro con ambas manos apretando mis pequeños puños.

—Me gustas más cuando sonríes pequeño cerdito.–dijo una voz familiar.

—¿Vi-Viktor?¿Que haces aquí?–pregunté limpiándome las lágrimas rápidamente.

—Hum~ déjame ver~....–Viktor había puesto su dedo índice sobre sus labios de forma pensativa.—Digamos qué~...Pelea entre padre e hijo.

—Oh...lo siento mucho.

—No hay de qué disculparse. De no haber sido por esa pelea no te habría encontrado.–respondió apenas sonriente.

—Viktor...

—Vamos Yuuri~ anímate, tu rostro no se ve bien con lagrimas tristes.–decía él acercándose a mí y tomando mis pequeñas manitas entre las suyas.

No podía sonreír, no en este caso...

—Bien...¿que te parece si~ yo te diré lo que ha pasado con mi padre SI...tú me dices lo que te ha pasado?–preguntó Viktor inclinando un poco su cabecita de forma adorable.

—E-Está bien...aunque-

—Tranquilo Yuuri, te prestaré mi hombro si tienes que llorar...–contestaba Viktor sentándose a un lado mío.

—Bueno es que, Mari. Mi hermana, ella está...

Viktor comprendió rápidamente a lo que me refería, bajó la mirada pero seguido me abrazó sorprendiéndome nuevamente.

—¿Así que era eso, he? Por eso tu linda sonrisa de siempre no salía...– Viktor sonrió suavemente.

—Me es difícil pensarlo y aún no me lo creo.

—Te entiendo Yuuri.

—¿Eh?–me giré a mirarlo sorprendido encontrándome con una mirada clavada en el piso llena de tristeza.— Sé lo que es perder a un hermano...