Siempre te protegeré

CAPITULO 7 DECLARACIÓN DE GUERRA

-Estas bien?- la voz de Lucas atravesó a Lex dejándola sin aliento, sentía el calor de su cuerpo templando su alma que ardía de ausencia- había imaginado esto cientos de veces- susurro en su cuello inhalando el aroma de su piel.

Sentía como se le hacía la boca agua imaginando sus labios besando cada centímetro de tu piel.

-Suéltame- consiguió decir sumergida en la confusión más absoluta.

-Si es lo que quieres...- dijo dulcemente sin apartar la mirada de sus ojos- pero te dolerá

-Lex miró hacia el suelo, cientos de cristales amenazaban con clavarse en su cuerpo.

Lex recordó su plan, no podía mostrar ni un ápice de debilidad, se cogió con fuerza a su hombro dándose impulso, recordando que tiempo atrás había besado cientos de veces su hombros desnudos hasta el amanecer.

-Lex, necesito hablar contigo...- dijo mientras le cortaba el paso- lo necesitamos los dos.

-Lo único que necesito es que me dejes tranquila- afirmó intentando no mirarle directamente a los ojos, si lo hacía, saltaría a sus brazos.

Lucas puso sus manos sobre Lex provocando que esta se estremeciera.

-Perdón...- dijo una voz a sus espaldas cortandoles el aliento.

David observaba desde el marco de la puerta, su semblante enojado hizo reaccionar a Lex quien aprovecho la coyuntura para zafarse de Lucas- molesto?

-David, gracias por venir, mira, se me han caído las botellas, soy un poco torpe- Lex hablaba atropelladamente mientras se arreglaba el pelo nerviosa- toma el carro, voy a barrer esto...

-Si no te importa lo recojo yo y sube tu el carro- David miraba de reojo a Lucas, quien se hacía el loco poniéndose las manos en los bolsillos mirando el desastre del suelo.

-Será mejor que subas Lex- le aconsejó Lucas dulcemente- y mirate ese corte, no tiene buena pinta.

Se miró sorprendida, un hilo de sangre recorría su brazo, las gotas caían ritmicamente mientras las veía hipnotizada, el olor metálico de la sangre provocó que Lex se llevase las manos a la boca intentando reprimir una arcada, la sangre la mareaba y esa cantidad aunque no fuese mortal y no requiriese puntos era suficiente para que perdiera el conocimiento.

Lucas se acercó a ella lentamente, notaba como su cara empalidecía,

-Lex...- susurro inquieto.

-Estoy bien- respondió recuperando el aliento- mejor subo y me limpio

-Espera- le rogó David al pasar por su lado- dejame ver.... es superficial a pesar de lo escandaloso de la sangre

Antes de soltarla le acarició con el dorso de la mano la mejilla sonriendola dulcemente- sobrevivirás.

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Lucas y David se quedaron en silenció viendo como Lex desaparecía tras las puertas del monta cargas.

-Bueno... voy a recoger esto- dijo David mientras cogía la escoba y el recogedor.

-David, lo de antes tiene una explicación...- intento excusarse Lucas

-No me interesa lo que hacías con Lex, es comprensible.

-Cómo dices?

-Que?!- rezongó David mientras le miraba ingenuo ante la obviedad – es evidente que Lex está bien buena! Y tiene unos...- David jugaba con las manos definiendo el cuerpo de la joven haciendo especial hincapié en sus pechos.

Lucás sintió el deseo ineludible de golpearle con todas sus fuerzas, ni siquiera era digno de mirarla mucho menos de hablar de ella como si fuera mercancía.

Cerró los puños con fuerza y se alejó del almacén intentando no pensar en las sandeces de ese cretino.

-Espera! No piensas ayudarme?

-Por supuesto!- extendió la mano y pulsó el interruptor iluminando el almacén- así está bien?

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-Luna me puedes pasar el botiquín!- Lex se quedó en la pica levantándose la manga del uniforme por encima del corte.

-Por? Que ha.....- Luna retrocedió sobre sus pasos tambaleándose- jooooder!!!! pero que te has hecho?!!!!

-Nada

-Nada? Estas sangrando como un cerdo! Toma toma – Luna le tendía el botiquín a ciegas mientras Lex con su mano libre intentaba cogerlo como si de una mosca se tratase.

-Se han caído unas botellas y no sé como me he cortado.

-No sabes como? Que estabas en las nubes?

-Algo parecido- dijo en un susurro mientras el desinfectante hacía que entornase los ojos- ya estoy, podría haber sido peor, sobreviviré.

-Y david?

-Está en el almacén recogiendo mi estropicio.

-Tengo que hablar con vosotros

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Antes de entrar en la cocina David respiró profundamente.

Lucas quería algo de ella, se dio cuenta en el momento en el que frivolizó con su cuerpo, no le gustó hablar de esa manera de la mujer por la que cada día se sentía más atraído pero necesitaba saber cuales eran las intenciones de Lucas

En el momento en que entró en el almacén y los vio, le declaró la guerra a Lucas, no le cabía la menor duda de que sería una labor extremadamente dura conquistar el corazón de Lex, ahora debería competir con el director del centro

-Ya estoy aquí- dijo intentando concentrarse en Lex- como tienes la herida?- se acercó a ella y con sumo cuidado deslizó las yemas de sus dedos por su brazo observando su herida- veo que ya te has curado.

-Si, no ha sido nada...- Lex no podía evitar sonreír mientras notaba sus delicados dedos recorriendo su brazo.

Luna, que les observaba detenidamente decidió romper ese momento romántico ergo empalagoso.

-Chicos... tengo que deciros algo... me voy a París.