CAPITULO 14 SIN MEMORIA

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-Se está despertando- Lex escuchó a lo lejos una voz conocida, sentía los parpados pesados y la boca seca.

-Tengo sed..- consiguió decir carraspeando.

Intentó moverse toscamente, su cuerpo resentido se estremecido en cada movimiento que intentaba dar, con torpeza se llevo la mano al rostro, un fino tubo le atravesaba la cara enganchándose a sus orejas, unas pequeñas protuberancias se introducían en su nariz suministrando oxígeno extra.

-Toma, bebe- con suavidad le introdujeron una cañita en la boca, Lex succionó con ansia hasta acabar con el contenido del vaso.

Unos segundos más tarde, al notar su cuerpo íntimamente hidratado intentó levantarse de nuevo, sentía sus brazos adormilados y carentes de energía.

Ante el esfuerzo sobre humano que estaba realizando unos brazos la agarraron por las axilas y tiraron de ella con fuerza semi incorporándola, Lex no pudo evitar una mueca de desagrado al sentir el peso de su torso sobre sus caderas.

-Hey nena estás de vuelta?- Max le pasó la mano por la cabeza recogiendo su melena tras las orejas.

-Que...- sentía dificultad al hablar, su cerebro y su boca seguían desconectados, tomó aire profundamente intentando sosegar los nervios que le impedían hablar con claridad.

-Estás en el hospital – Max empezó hablar al ver la guerra interna que sufría- te encontraron prácticamente congelada, pero viva al fin y al cabo, llevas dos días en un semi coma inducido, tus extremidades estaban algo amoratadas por el frío, como te encuentras?

-Me duele todo- susurró con desgana, mientras se frotaba las sienes con las yemas de los dedos.

Las imágenes se entre mezclaban sin sentido en su cabeza, recordó haber entrado en el congelador a por pan, hacía mucho frío y se sentía especialmente desanimada por lo ocurrido tres días antes en la fiesta de fin de año, se quedó encerrada en el congelador, pero no estaba sola, sentía como el frío se apoderaba de su cuerpo pero no tenía miedo, una calidez la reconfortaba.

Como si de un ordenador se tratase su memoria le envió un pantallazo.

-Lucas!!!- Lex abrió los ojos de par en par provocando que la luz del día que se colaba por las ventanas la cegase momentáneamente.

-Tranquila.... está bien- Max intentó calmarla

-Él estaba conmigo en el congelador! Donde esta?

-Imagino que en su casa, sólo estuvo una horas ingresado, esperó a tu lado hasta que llegué yo, se marchó por miedo a encontrarse con tu padre y provocar una tercera guerra mundial.

-Está bien?

-Si, muy preocupado por ti, estaba francamente mal-Los ojos de Max se perdían en el recuerdo de ver a Lucas con los ojos enrojecidos suplicándole que le llamase si había algún cambio o si despertaba- por cierto... no me habías dicho que Lucas había cambiado tanto!

-Cambiado de que? Sólo lleva traje en lugar de baqueros viejos- disimuló Lex quitándole importancia.

-Pero que dices!!! si está como un tren!!! esos pectorales no los tenía hace 4 años!

-Si tu lo dices...-sentía como sus mejillas se ruborizaban negando lo que bien sabía, había pasado las últimas semanas observándole en la distancia, estudiando su cuerpo hasta aprendérselo casi de memoria, a veces se había sorprendido fantaseando con su cuerpo desnudo tal y como lo había visto tiempo atrás.

-Bueno si tu no tienes intención de tener nada con él deberías decírmelo porque no quedaría nada mal a mi lado...

-Deja de decir tonterías! Lucas no es un bonito accesorio!- Max la observaba intentándo disimular la risa- no es un bolso bonito sabes? Es el padre de mi hijo!

Siempre te protegeréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora