CAPITULO 5 IMPOSIBLE

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La noche del evento llegó más rápido de lo esperado, Lex corría de un lado para otro de la cocina en busca de los aperitivos que Luna les reclamaba, en dos horas todo había acabado pero faltaba la tarea más difícil, la limpieza, después de 16 horas trabajando sin descanso la limpieza de la cocina era lo peor de la jornada con diferencia.

-Lex, me voy a hablar con el cliente, cuanto antes recojáis antes nos iremos.

-Oído- respondió intentando ocultar un bostezo, se sentía débil, 48 horas encerrada en la cocina la habían dejado sin reservas, Noah dormiría esa noche en casa de Max, la idea era poder dormir al día siguiente hasta horas intempestivas, sus planes se fueron al traste cuando recibió un mensajes de Barbara, llegaba en el vuelo de las ocho de la mañana-genial- pensó mientras se despojaba del delantal y buscaba con la mirada el desinfectante de superficies, detuvo la búsqueda al ver como David se acercaba a ella.

-Agotada?- preguntó mientras se apoyaba en la mesa de trabajo.

-Mas bien muerta- suspiró

-No te muevas- David acercó su mano a la mejilla de Lex- tienes algo...- con suavidad acarició el mentón de Lex mientras con un dedo le limpiaba la comisura de los labios, Lex podía sentir el calor de sus manos atravesando su cuerpo, se juró no volver a tener contacto de ningún tipo con otro hombre, su corazón había dejado de latir tiempo a tras y no se veía con fuerzas para volver a entregar su alma arriesgándose a vivir otro final tan desastroso- salsa de eneldo y mostaza- dijo llevando el dedo a su boca, Lex sintió como el pulso se le aceleraba mientras David le sonreía con picardía.- Los chicos dicen de ir a tomar algo cuando acabemos... te apuntas?

-Yo.....- había vuelto a perderse en su ojos dejando todo a su alrededor borroso.

-Lex!!!!- gritó Mauro sacándola del trance- bailas?!

Lex no pudo evitar reír, como era tradición, al acabar el servicio y una vez la jefa estaba ocupada con el protocolo de los eventos, los miembros de la cocina se dedicaban a bailar mientras barrían y limpiaban la cocina, haciendo acopio de las ultimas energías que le quedaban Lex se puso a saltar y bailar mientras sus compañeros aplaudían y tarareaban al son de la música.

Tras los cristales semi ahumados de la cocina, Lucas observaba a Lex bailando con el resto de cocineros – no ha cambiado tanto- pensó mientras recordaba lo mucho que disfrutaba Lex dejándose llevar por la música.

-Puedo ayudarte?- preguntó a sus espaldas Luna, al mirar por encima de su hombro vió con espanto lo que sucedía en el interior de su cocina, tomo aire intentando contener la rabia antes de entrar a pedir explicaciones cuando Lucas la interceptó.

-Espera! - dijo mientras la cogía por los hombros- dejales que se relajen, ha sido un día duro y... siempre te puedes unir a ellos- Lucas la soltó lentamente mientras le guiñaba un ojo, Luna sintió como el rubor la embriagaba dejándola sin aliento.

-Qui... quieres entrar?- consiguió pronunciar al fin.

-No.... déjales, que se diviertan, buen trabajo Luna, será un placer trabajar a tu lado.

Luna entró sonriente en la cocina, sentía que flotaba tras escuchar las palabras del director, Lex al verla se acercó curiosa.

-Tan bien ha ido?

-Eh? Esto... si imagino que si, es que... el director... me da que e llevare muy bien con el!!!

-Aahhh.... muy bonito! Con que tonteando con el jefe!!- bromeó Lex mientras abrazaba a su compañera- me alegro por ti jefa!

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Mientras daba un trago a su café miraba en la pantalla de llegadas el vuelo de su madre, sentía como las articulaciones se resentían a cada paso, aburrida por la espera decidió sentarse en un banco y amodorrarse hasta que su madre llegase.

-Lexy mi niña!!!- gritaron a sus espaldas provocando que el contenido de su vaso se vertiera .

-Oh... mierda!- refunfuñó- hola mama... hace mucho que has llegado?, hará una hora, cogimos viento de cola y llegamos antes de lo previsto, dejame que te vea.... hija mia estás cada vez más delgada, ya comes bien? Trabajas demasiado!!! Bueno ya hablaremos de eso luego....

-Mama..... por favor... más despacio, me agotas... y tu equipaje?- Barbara se echo a un lado mostrando dos carros cargados hasta arriba de maletas y bolsas de regalos- Mamaaaaa!!!! estas loca? Como pretendes meter todo esto en el coche!!!???

-No exageres mi niña, seguro que cabe y sobra espacio!- dijo quitándole importancia- vamos a comer?, me muero de hambre!

-Antes debemos pasar por mi empleo, ayer me dejé la ropa y tengo que recogerla antes de que Luna la vea y le de un “flus!”.

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Caminaba taciturna por el teatro en busca de las llaves de la cocina cuando escucho unas risas que venían de la oficina, con curiosidad se acercó a la puerta con disimulo, Luna estaba apoyada en una mesa, se reía de manera impropia mientras se sobaba el pelo dejándolo caer en cascada sobre sus hombros- estoy flipando- susurró al ver la actitud seductora de su jefa sin darse cuenta que al mismo tiempo alguien la observaba.

-Buenos días Lex- escuchó a sus espaldas, Lex no pudo evitar ruborizarse, el maitre la había cazado , se quitó las gafas de sol nerviosa mientras buscaba una excusa convincente cuando Luna abrió la puerta.

-Lex, que haces aquí?- preguntó desconcertada.

-Yo.... he venido ha buscar mi ropa!-consiguió decir al fin presa del pánico- me ha parecido escuchar voces... y bueno.... yo.....

-Bueno déjalo ya, me pones nerviosa, entra, te voy a presentar a Martin.

Lex entró avergonzada en la oficina se sentía mal, Había estropeado el momento “ intimo” de Luna con el supuesto director, al levantar la cabeza sintió como se le helaba la sangre, Había imaginado mentalmente como sería ese momento, como sería encontrarse con él, un escalofrío recorrió su cuerpo al encontrarse con sus ojos, la miraba con una expresión indefinible, su pulso se aceleró hasta el punto que su corazón parecía estar a punto de explotar.

No esperaba cruzarse con ella tan pronto, esa mañana debía ir a la oficina para hacer las cuentas del evento, Luna se presentó sin avisar, por alguna razón la joven mostraba mucho interés por las banalidades de su vida, decidió no darle importancia cuando escuchó unas voces fuera de la oficina, la jefa de cocina se acercó y empezó ha hablar, cuando vio entrar a Lex deseo que la tierra se le tragase, había quedado al día siguiente con Barbara para idear un plan de aproximación, todo estaba saliendo mal, Lex le miraba atónita sin entender lo que sucedía, vestía unos tejanos viejos con agujeros en las rodillas y una sudadera dos tallas más grandes, no sabía que decir, estaba visiblemente nerviosa su respiración se aceleraba por momentos, empezó a arrepentirse de estar allí.

-Lex- dijo Luna rompiendo el silencio- te presento a Martin, el nuevo director.

Siempre te protegeréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora