Astrológicamente Compatibles

AMOR CELESTE (PARTE 2)

Antes de comenzar describiré físicamente mi versión de Kopa (cosa que debí hacer desde que inicié la historia). No lo había considerado hasta que una amiga mía me pidió una descripción del personaje. Si bien ya hay imágenes de él, a mi me gusta variar algunas cosas, tanto físicas como en la personalidad. Puede sonar tonto pero considero que es la "magia" de la creatividad de cada persona. El tener al mismo personaje pero con cualidades o características diferentes (como lo ve uno mismo), es un tema que me gusta mucho. Como lo manejes y lo describas puede ser muy diferente al de otros fics o dibujos.

Antes de continuar con mi discurso, describo brevemente mi versión de Kopa: Él tiene el pelaje del color de Simba pero este es más oscuro, haciendo que sea el hermano con el pelaje más opaco. Tiene los ojos de su madre Nala (azules) y en cuestión de melena es como ya se tiene acostumbrado; es de color marrón oscuro. De todas formas espero trabajar más en estos diseños y poco a poco ir subiendo dibujos de ellos a mi cuenta de DeviantArt.

Hablaré un poco más de esto al final de este cap.

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"Lo que pudo ser y no fue"

En un escenario alterno se puede imaginar un millón de cosas; cómo actuar, poder controlar la exaltada respiración, concentrarse en el momento o solo dejarse llevar... Haber sido gentil, amable... dulce al tacto. Tocar aquel pelaje como si fuera lo más delicado y bello que existiera.

Vivir cada segundo y desear con todas las fuerzas del cuerpo que el tiempo se congelara y solo existieran los dos en ese momento. Ser el centro de todo y que el universo contemplara y aplaudiera el hermoso acto que cierra lazos.

Todo esto para seguir pensando en ello y emanar el mismo suspiro de ilusión días después. O bien, torturarse día tras día por no haber hecho más. Ponerse a imaginar "¿qué hubiera pasado si?"...

Sea como sea el caso... Kion no tuvo la oportunidad de pasar por este bello mal.

Una luz tenue captó su atención a centímetros de que él y Tiifu unieran sus rostros. Fue peor cuando el joven macho se dio cuenta de que no era la luz que anhelaba ver. Ésta sobresalía de una de las paredes del túnel y era bastante distinta. Atraía de una manera que te invitaba a acercarte a investigar.

-¿Qué ocurre?- Preguntó Tiifu aún bastante cerca de Kion. A pesar de aún estar algo húmedos, la leona podía sentir el calor que emanaba su cuerpo al tenerlo tan cerca. Su pregunta no iba precisamente hacía que era el causante del destello...

Lamentablemente Kion ya no la miraba. Su atención se fijaba en ese muro no muy lejos de ellos.

-No tengo ni idea pero hay que averiguarlo- contestó Kion comenzando a alejarse.

Si tan solo se hubiera dado cuenta del sonrojo en las mejillas de Tiifu...

Sin más remedio, la hembra lo siguió hasta la pared del túnel. A cada paso que daban la luz se iba apagando más y más hasta llegar a extinguirse completamente.

Ambos miraron asombrados las marcas que estaban pintadas. En la fría roca habían dos marcas de patas pintadas y ambas eran inconfundibles: Leones. Era bastante peculiar su hallazgo pues parecían ser de distintos leones; una era más grande que la otra, aunque las dos entraban dentro de una medida de león joven. Kion calculó que por su tamaño eran de dos leones de edad cercana a la suya. Pero... ¿Por qué? ¿Quién más podría haber corrido con su suerte?