Astrológicamente Compatibles

TODO

"Si el amor nos guía, sabemos de astrología"

Comenzaba a amanecer y el sol llevaba poco en el cielo. El aire aún se sentía fresco y la hierba desprendía ese olor tan característico a humedad.

Las leonas de caza estiraban sus músculos preparándose para su árdea labor. No era un día como los otros, solo el preámbulo de lo que vendría después.

A la distancia se podían distinguir sus integrantes; Kiara, como siempre, estaba junto a Tiifu. Tenían una charla amena llena de risas mientras estiraban sus alargados y elegantes cuerpos, y aunque trataban de ocultarlo, también contenían la emoción. Eran las mejores amigas, cada día, cada vivencia o habilidad aprendida las hacía más cercanas pero desde que comenzaron a entrenar para cazar había nacido una sana rivalidad en ambas. Las dos hembras estaban orgullosas de manejar esa rivalidad de la manera más madura; nunca se trataban de sabotear o demostrar arrogancia. El cazar era más que alimentarse en su cultura. Representaba cercanía y hermandad entre todos sus miembros.

Estaban ansiosas por saber quién sería elegida la próxima líder de caza. Fuera cual fuera la decisión, estarían de acuerdo y lo aceptarían. Esto no quería decir que se dejarían vencer o no darían lo máximo de sí. Ahora todo se resumía a una competencia entre dos amigas.

Nala caminaba junto a Uyama alrededor de las leonas esperando a que estuvieran listas.

A la distancia se visualizaban dos figuras masculinas que observaban expectantes. Kovu estaba sentado al lado de Kion pero fue el primero quien eligió el mejor lugar para ver el entrenamiento de las hembras. Debía ser un lugar alto donde no se perdiera ningún detalle.

-Es extraño que la manada se haya levantado tan temprano- dijo Kion como quien busca iniciar una conversación. Además no pudo evitar hacerla al ver el entusiasmo de Kovu pues no dejaba de sonreír.

-"¿Extraño?"- ¿Kion hablaba enserio? -¿Al menos estás enterado de que se trata esto?- castigó Kovu bajando la mirada pues a quien reclamaba estaba acostado en el pasto.

-A decir verdad... no tengo idea- Confesó Kion temiendo un poco de aquel león oscuro. No porque lo viera como una amenaza si no por sentirse culpable por ser el único que no sabía lo que pasaba.

Kovu soltó un suspiro a modo de negación.

-¿Ves lo que ocurre cuando te relacionas demasiado con animales que no son de tu especie? Descuidas a tu familia. Pronto se elegirá a la próxima líder de caza y todas tienen grandes oportunidades-

-¿Qué?- preguntó Kion levantando las orejas a su dirección. Era un tema que sabía que llegaría algún día pero... ¿ahora? ¿Tan pronto? Siempre había visto ese gran cambio como algo lejano que parecía que nunca llegaría. No era solo una nueva guía, también quería decir que su madre sedería el puesto y dejaría de apoyar matando para pasar a ser una consejera y maestra.

-Vitani es muy buena. Me alegra verla superarse y dar lo mejor de ella pero... Tiifu la está superando cada día y cuando parece que todos están agotados ella va por más y no para. Aun así, creo que Kiara sería la candidata perfecta. Amo a mi hermana pero tuve que serle sincero; Kiara se llevará esto- finalizó Kovu pareciendo un experto del tema. Era como si hubiera estado día con día observándolas y haciendo sus propias apuestas.

¿Qué más se había perdido Kion? A esto se refería su padre cuando le exigió vacaciones.

Más pronto que tarde la manada comenzó a moverse. Nala les había dado órdenes y era hora de cumplirlas al pie de la letra. No se trataba solo de ver quien era la más fuerte, sino ver quien portaba mejor disciplina, actitud y responsabilidad. Era la primera vez que sucedía esto. Por años había sido tradición que la hija de la reina se convirtiera automáticamente en la líder de caza pero Kiara se opuso ante esa ley. Tenía suficiente con un puesto del cual no tuvo la opción de elegir. Al menos podría hacer la excepción con esto. Abría las puertas a un mundo de elecciones y oportunidades, donde cualquiera pudiera destacarse.