Esta vez un capitulo un poco más largo para compensar el anterior.
-----------------------------------------------------------------------------------------
"Esta va por quien me enseñó el verdadero valor del tesoro más preciado que poseo, el tesoro de estar vivo."
Kion seguía su camino sin rumbo; rodeado de árboles que parecían ser su única compañía y acogían sus preocupaciones.
Pequeños herbívoros corrían sin pensarlo dos veces cuando veían al león acercarse. No les prestaba atención pero era mejor no arriesgarse.
El líder de la Guardia del León mantenía la cabeza baja apenas viendo por donde caminaba. No sabía a donde iba, solo quería un tiempo para él ya que pronto regresaría a apoyar a su familia como debió hacer desde un inicio.
Se castigó a sí mismo al haber tomado una decisión tan inmadura como esa. ¿Por qué dejo que ese sentimiento que le presionaba el estómago se apoderara de él? Cuando estaba decidido a dar la vuelta y regresar, la imagen de Tiifu asaltaba su mente y se adueñaba de su cuerpo impidiéndole girar sus patas.
¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes? ¿Por qué no después?
En ese momento Kopa y Kiara parecían héroes ante sus ojos. ¿Cómo lo habían logrado?
Sin admirar aun lo que le rodeaba, Kion frenó y levantó la vista al cielo en un intento absurdo de encontrar señales de su abuelo Mufasa... Lo único que vio fueron algunas aves volando y el claro y hermoso azul del cielo; no habían nubes en él, dando la sensación de que la prosperidad y un tranquilo futuro vendría al reino. ¿Por qué Kion no podía sentirse tan libre y radiante también?
-Si tan solo estuvieras con nosotros, abuelo...- susurró al viento al mismo tiempo que daba su siguiente paso pero al darlo ciegamente, el pobre y consternado león cayó por un pequeño barranco donde el suelo terminaba abruptamente. Aun peor fue encontrarse con rocas, fango y troncos en su camino en lugar de suave pasto como en el reino. En la caía se golpeó en enumeradas ocasiones en todo el cuerpo a la vez que su pelaje se ensuciaba de lodo e inclusive de su propia sangre causado por los golpes y cortes. Fue una caída breve pero para Kion se sintió como si nunca fuera a terminar. Seguramente sus gritos se habrían escuchado en todo el lugar.
Cuando tocó el fondo estaba completamente cubierto de lodo y unas manchas rojas. Fue más el susto y el coraje de haber sido tan torpe que el dolor que sentía. Apretó los dientes con fuerza conteniendo las ganas de gritar del coraje y clavó sus garras en el frio y espeso barro.
Tuvo que detener su show cuando sintió una presencia frente a él.
-¿Estás bien?- Escuchó de una voz desconocida.
Kion abrió los ojos desde su posición en el suelo. Cuando creyó que su suerte no podía ir peor, se encontró con un león que no pudo identificar. El sol caía justo arriba de él impidiendo reconocerlo casi hasta el punto de cegarlo. Fue instintivo el levantarse lo más rápido que pudo y ponerse en alerta por si resultaba ser un peligro. Confiaba en extraños y aprendió a no juzgar a desconocidos gracias a su propia experiencia. Después de todo, sus mejores amigos eran animales de diferentes especies e incluso él mismo aprendió a confiar en una hiena hasta el punto de llevar una increíble relación de amistad con ella, la cual mantenía hasta la fecha. A pesar de ello, en esos momentos no podía quitarse de la cabeza las palabras que su padre le dijo cuando era más joven: "Nunca le des la espalda a un extraño".
YOU ARE READING
Astrológicamente Compatibles
FanficToca crecer... y con este cambio vienen nuevas inquietudes. Lo sucedido durante su niñez le hace a Kion cuestionarse sobre su destino con esa leona que vio en sueños. ¿Qué significan sus sueños realmente? ¿Qué representa Tiifu en su vida?