Abro los ojos, miro al blanco techo. Tres semanas. Me incorporo y miro a la pared gris ahora ya familiar de mi minicuarto individual dentro de la plataforma tres. Tres semanas en este infierno. Me estoy volviendo loca, no soy la única. Es decir, muchos se vuelven locos porque casi no pueden hablar con gente y cosas así, pero eso nunca ha sido un problema para mí. Siempre he sido una chica callada, a la que no le gusta demasiado hablar. Pero el no tener música, el no poder cantar me está matando. Lo único que me mantiene viva son los restos de canciones guardadas a fuego en mi memoria.
Me levanto. Me pongo la ropa gris de trabajo. Salgo. Bajo al comedor y está empezando a llegar la gente. Si fuese el comedor de un colegio o un campamento se escucharían millones de voces y ruidos. En el eneágono escuchas las pisadas de la gente y el ruido de las bandejas, nada más. No sé lo que quieren, pero nos están quemando. Por dentro y por fuera. Todos parecemos almas en pena totalmente demacradas. Estamos aún en un punto de dolor infernal, pero se pasará pronto, como los otros. Al principio varias personas se negaban a aceptar todo esto e intentaron escaparse. Acabaron torturados y muertos. Después comenzó la fase de ira en la que nadie quería verse con nadie y algunos intentaron revelarse. Mismo resultado que lo anteriore. Ahora que nos hemos dado cuenta de la realidad estamos hundidos y llenos de dolor. Dolor que pronto será substituido por la nada.
Antes de darme cuenta acabo el desayuno y me dirijo, como siempre, hacia el teletransportador a trabajar. Lo odio con toda mi alma. Cuando me dijeron que trabajaría en el reclutamiento de más niños, de los que se resistían y los aún no reclutados… se me partió el alma.
Llego y me encuentro con Dan. Es mi compañero de trabajo. 16 años, como yo. Nos pusieron juntos y nos hemos vuelto bastante amigos en estas tres semanas, la verdad es que nos esmeramos mucho en esconderlo, solo hablamos cuando es preciso o cuando no hay nadie y solo durante el trabajo.
-Hola –me saluda amable pero sin pasarse.
-Hola –le respondo. Desde el primer día que llegué aquí cada vez que hablo lo hago con la voz una octava, casi octava y media, más alta. También me he vuelto más torpe. En realidad, torpe no es la palabra para describirlo. Es decir, a veces, cuando me dispongo a hacer algo, sé que lo voy a hacer mal, lo sé hacer bien pero lo hago mal. ¿Por qué? No sé, habrá que preguntarle el porqué de todo esto a mi querido cerebro y esos maravillosos planes que parece poseer (y posee) pero no me quiere contar.
Después de estas tres semanas sé perfectamente cómo funciona un teletransportador y me lo conozco de memoria. Es un modo de teletransporte, pero se nota que aún tiene que mejorar mucho. Esta tecnología necesita mejorar, se ve que son prototipos, ya que sin “nave” no te puedes teletransportar. Creo que están intentando el teletransporte sin “nave”, pero aún no tienen resultados.
Mientras no llegue un Eira y nos mande a algún lugar a por un niño, nuestro trabajo es el mantenimiento de la máquina.
-Y… ¿qué tal? –pregunta Dan.
-Bien –le respondo- bueno, lo bien que puedes estar en un lugar como este, pero como siempre –le dedico una sonrisa tierna. -¿y tú?
-Lo mismo –y medio se ríe. Nuestra amistad se basa en pequeñas conversaciones y pequeños detalles como estos. Pero tenemos más que lo que la mayoría de las demás personas del Eneágono tienen, y no nos quejamos para nada. En realidad, disfrutamos de la compañía del otro.
Pasa la mañana y aún no ha llegado nadie para mandarnos ni siquiera hacer una ronda. Es extraño, pero no nos quejamos.
-Dan –le digo.
-Dime –contesta con una tierna sonrisa.
-¿No te aburres demasiado? Porque yo sí. –creo que no he dicho nada más estúpido en toda mi vida, pero en realidad sí que me aburría.
-Me aburro mucho sí, pero lo prefiero a andar reclutando niños –dice.
-Touché. –le respondo y ambos reimos. De repente escucho llorar a una niña, una pequeña niña. Salgo. Noto la presencia de Dan siguiéndome pero no me importa. La veo, en una esquina, llorando. Sola. Tendrá unos 5 o 6 años. Me encantan los niños y verla llorando así me parte el alma.
-Hola pequeña, ¿cómo te llamas? –le digo.
-Paula no deberías…-replica Dan, pero lo corto con un gesto de la mano.
-Irene. – la niña habla con acento inglés, y se me parte el corazón entero. Irene. Se llama igual que mi primita pequeña, que tiene unos 7 años y ahora anda perdida por ahí.
-¿Qué te pasa?
-Tengo miedo, estos señores me dan miedo, quiero volver a casa. –dice mientras sigue llorando- quiero volver a casa, quiero ver a mis padres, quiero jugar, hacer amigos, pintar… y estos señores no me dejan. No quiero seguir aquí –dice y no para de llorar. La estrecho contra mis brazos y empiezo a cantar. No sé por qué pero lo hago, necesito calmar a esta pequeña.
(Música del lateral, dejadla un ratito y seguid leyendo, o seguid leyendo igualmente, me da igual jaja)
-Paula, te van a matar, NOS VAN A MATAR –brama Dan, no le hago caso. Sigo contando. La pequeña ha parado de llorar y sé que entiende lo que canto.
De repente noto como me levantan.
-¿Qué te crees que estabas haciendo? –dice Don pelogrissoymásimportantequevosotrosporquesí a mi espalda, agarrándome con mucha fuerza.
-He intentado pararla pero…- intenta decir Dan, pero pasa de él y me lleva.
No sé a dónde vamos, pero sé que no duraré mucho tiempo aquí. Aunque ha valido la pena. Quizás no vaya a ser capaz de cumplir la promesa que le hice a mi padre, pero lo necesitaba.
No necesitaba calmar a esa niña.
Necesitaba calmarme a mí misma antes de volverme loca.
Necesitaba soltarlo.
Necesitaba dejarlo ir.
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Hola personitas queridas. Como veis la acción va comenzando. Paula se ha metido en un lío del que le va a costar salir, quizás demasiado. Quizás nisiquiera salga. Este es uno de los capítulos más importantes de la novela porque gracias a este error se desarrolla toda la historia.
Aquí os dejo una pregunta que podeis responder si quereis: ¿qué pensais de Dan?
Como podéis ver este capítulo es uno de los que dije en el capítulo pasado en los que una canción iba a ser my importante.
Si os gusta no olvideis COMENTAR/VOTAR. Espero poder subir el jueves pero viernes tengo examen y no prometo nada.
OS QUIEROO xXxX
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Eneágono
Fanfiction¿Qué pasaría si el mundo que conoces deja de existir? ¿Qué se te pasaría por la cabeza si un día llegan unos señores extraños a tu casa exigiendo que cada niño de entre 0 y 18 años sea entregado? ¿Qué harías si te separasen de todos tus hermanos, pr...