Pero me duele.

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Me arrastra hasta el teletransportador y noto que Dan viene detrás nuestra. ¿Pero qué hace este niño? LO VAN A MATAR. Es decir, yo ya estoy perdida, pero él no ha hecho nada. Tiene que irse antes de que nos metan a los dos en el mismo saco. Una vez en el teletransportador, Don pelogrissoymásimportantequevosotrosporquesí, le manda a Dan que se ponga al frente de la nave. Que nos dirija hasta la plataforma cero.

Una vez allí me arrastra, aún agarrada, hasta un lugar en el que no había entrado antes. Una especie de cuartel general. Todos me miran como si hubiera matado a alguien. Se deben de creer guais o algo. Hijos de puta. Me llevan en ascensor hasta el sótano y adivina, allí se encuentran los calabozos. ¡Qué originalidad, sí señor! Se van a llevar el Óscar a mejor originalidad. Esa categoría no existe, pero tengo la capacidad intelectual suficiente para inventarme una. Con dos cojones.

Me encierran en una celda. Cuando están cerrando la puerta noto que Dan sigue ahí, pero a él no lo han encerrado. Buena señal. Dan me mira con compasión. Don pelo gris le hace una señal. Se alejan un poco.

-Señor, intenté detenerla, se lo juro pero… -dice Dan intentando defenderme.

-No te he dado permiso para hablar. –suelta Don peli gris- Sé que sois compañeros y que pasáis tiempo juntos en ese teletransportador. ¿Por qué lo hizo? –dice en un tono nada amable.

-No lo sé señor. Nunca ha hecho anda fuera de las normas, y estábamos en la nave, escuchó a la niña llorar y… -intenta defenderme- digamos que Paula no es muy lista que se diga. Solo necesita escuchar las incoherencias que puede llegar a decir o los millones de errores que comete. –y ahí se ilumina todo. Mi cerebro suelta uno de sus planes. Y he de decir que es uno bueno, uno muy bueno. Mi cerebro sabía que no aguantaría ahí dentro, que iba a cagarla, y cuando la cagase sería mejor ser una tonta monumental a alguien con una inteligencia tan grande que pudiese acabar con todo eso. Una vez más, querido cerebro, gracias. Siento las injurias lanzadas hacia tu persona, bueno, masa muscular, sabes que en el fondo te quiero.

En medio de mis cavilaciones noto que se van y me quedo sola, empiezo a pensar un plan para salir viva, al menos, de todo esto. Y como era de esperar, nada. Mi cerebro no suelta prenda y yo me quedo allí, parada. Sin nada que poder hacer, decir o pensar. Solo parada en una esquina.

Después de lo que parecen horas escucho voces a lo lejos, muy a lo lejos.

-Señor, me gustaría preguntarle si le podría dar yo la noticia. –musita Dan miedoso.

-Sabe perfectamente que está prohibido cualquier tipo de relación señorito Dan.

-Y no tengo ninguna relación con mi compañera fuera del ámbito profesional. Pero imagínese, esa mente tonta que no se entera de mucho –gracias Dan, pienso, aunque ahora sé que solo lo está exagerando, o eso espero. Más le vale- imagínese como puede reaccionar a la noticia, es mejor que vaya yo y ustedes se queden aquí esperando a su reacción y poder ayudarme en caso que le pase algo.

-Le doy cinco minutos.

Escucho como se acercan unos pasos y de repente vislumbro la sombra de Dan.  Me incorporo y me arrimo a las rejas.

-¿En qué estabas pensando Paula? La que has liado. –me dice Dan preocupado, demasiado.

-No lo sé Dan,  no pude evitarlo. –le digo y le pongo ojos de cachorrito. Mi cerebro está llevando lo de hacerse la tonta a un nuevo nivel, que os lo digo yo. -¿Qué va a pasar conmigo?

-Tribunal popular.

-¿Un qué? –sé perfectamente lo que es. Pero mi cerebro pregunta.

-Te van a llevar junto los altos mandos y no tan altos y te juzgarán entre todos.

-¿Tengo posibilidades? –pregunto, agacha la cabeza, me mira con lástima.

-No –musita- pero tendrás que intentarlo por todos los medios. No sé cómo puedes convencerlos, pero lo tienes que hacer. –dice mientras me agarra de las manos a través del barrote. Nos miramos durante unos segundos. Lágrimas amenazan con salirnos de los ojos. No sé por qué, pero me da mucha pena. No quiero dejar de verlo. Nuestra amistad se ha basado en pequeños gestos el uno con el otro y casi ninguna palabra. Pero parece que eso ha sido suficiente para los dos.

-Te echaré de menos. –le susurro. Él niega con la cabeza y nos abrazamos como podemos a través de los barrotes.

-Me tengo que ir. –me dice aún en nuestro abrazo. Nos quedamos medio separados del abrazo. Noto como poco a poco nuestras cabezas se aproximan. ¿Nos vamos a besar? No sé si me gusta lo suficiente como para tener una relación. Pero siento algo por él, eso lo tengo claro. No es amor, pero es algo que se le acerca, de lejos, pero se le acerca. Además nunca me he besado con nadie y no me importaría que mi primer beso fuera con él. Cuando me doy cuenta nuestros labios están juntos. El beso dura unos pocos segundos. Nos separamos y me separo rápidamente de él.

-Perdón –decimos los dos a  la vez y reimos.

-Te voy a echar de menos. –le digo intentando quedarme con cada parte de su cara para recordarla. Pelo rubio, ojos verdes y boca grande. Él se va. Mientras yo me quedo con la cabeza apoyada en los barrotes.

-¿Cómo ha ido? –escucho a Don pelogris.

-¿Cómo crees que se puede tomar alguien el hecho de que mañana pueda estar muerto? –le responde no muy amable. Me pongo en tensión, si sigue así puede acabar en una celda como la mía esperando la muerte.

-¡Cómo osas hablarme así! –grita

-Lo siento padre –y en ese momento se me encojen hasta los cojones que no tengo. ¿Lo acaba de llamar padre? No puede ser, ¿por qué no me dijo nada?  ¿Por qué no me he dado cuenta? Por eso lo persiguió detrás nuestra, por eso lleva todo el día por aquí sin que nadie lo mande de vuelta.

Me voy hasta la esquina en la que estaba antes. Todo me da vueltas y me arrastro por la pared hasta el suelo.

-Vuelve a la plataforma tres. –escucho que le dice.

No puedo asimilarlo.

No sé qué hacer.

Lo bueno de todo esto es que quizás no lo vuelva a ver y no tengo que pensar mucho en si debo confiar en él o no.

Pero me duele. No sé si el hecho de que me haya mentido, el de que no lo vaya a volver a ver o los dos. Pero me duele.

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SE HAN BESADO, SE HAN BESADO. Hola personitas queridas, ahora mismo tendreis cuarentamil cosas en la cabeza y no entendais nada, pero tranquilas.  Probablemente os pregunteis que va a pasar con Dan, y os voy a responder: COSAS, no seais mal pensadas, pueden ser cosas buenas o malas, pero os puedo anticipar que Paula no va a tener ninguna relación seria hasta dentro de bastantes capítulos, so don´t worry. Pasará lo que tenga qe pasar. OH, y Don pelogris es padre de Dan. Es algo que no tenía pensado para nada, pero mientras escribía surgió y me dije Why not? (sí, muchas veces pienso en inglés, y hablo metiendo expresiones en inglés por el medio).

La canción os la dejé ahí bc a lo mejor no sabéis muy bien por qué se besaron, pero eso es algo qu con la canción y en capítulos posteriores descubriréis. Ahora aquí os dejo el capítulo, mientras lo estéis leyendo supongo que estaré estudiando, así que que os cunda.

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OS QUIEROO xXxXxX

EneágonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora