Me gusta tu voz

235 16 2
                                    

-¿Cómo que encerrados? –dice por segunda vez.

-Encerrados. La puerta no abre desde dentro. –digo ahora con voz de tonta.

-Ya puedes dejar ese puto tonito de voz de una puta vez. Te he cazado. –dice intentando abrir la puerta pero nada.

-Te lo dije, no abre. –digo cambiando el sujeto de la conversación.- ¿Tienes móvil? –se palpa los bolsillos.

-Nope, en realidad era lo que venía a buscar aquí. –dice dándose cuenta de su error al intentar buscarlo.- Los chicos tardarán en venir, así que ya puedes empezar a contarme lo que te traes entre manos.

-No me traigo nada entre manos. –replico.

-Podemos pasarnos así todo el tiempo que quieras pero me lo vas a contar. Si no lo haces les diré a tus jefes que no eres tan tonta. –mierda

-¿Cómo sabes que ellos no saben nada?

- Me lo acabas de confirmar con esa pregunta. –dice con media risa sarcástica. Mierda otra vez, se supone que yo soy la lista coño.- A lo mejor sí que eres tan tonta como pareces. –replica con otra risita.

-Mira niño, soy más lista que tú y tus compañeritos juntos.

-Estás de coña.

-¿Tengo pinta de estar bromeando? Tu coeficiente intelectual comparado con el mío es igual que un puto grano de arena en medio del desierto. –con cada frase nos acercamos un poco más el uno al otro.

-No me lo trago.

-Sé más idiomas de los que te puedas imaginar, puedo hacer cálculos matemáticos más rápido que una calculadora, soy capaz de resolver un cubo de rubik en seis segundos y soy capaz de memorizar el diccionario entero con solo leérmelo una vez. –digo con tono de superioridad. Estoy hasta los cojones de ser la niña tonta.- Ah, y además canto. –su boca está abierta.

-¿Por qué fingir que eres tonta entonces?

-Para que no sepan que soy lista. Si no, no podría hacer la mitad de cosas que hago. Además así me entero de cosas que de otra forma no sabría.

-¿Cosas como qué? –pregunta. No debería responder pero me ha tocado demasiado los cojones y no soy capaz de parar.

-Cosas como qué coño quieren conseguir con el Eneágono.

-¿No estás a favor del Eneágono?

-¿Qué persona en su sano juicio lo estaría?

-Y actúas como que sí para que te traten como una reina. Me suena a hipocresía niña.

-Teniendo en cuenta que hipócrita es del griego Υποκριτης (hipokrités) que significa actor, sí. Soy hipócrita.

Y se queda anonadado.

-¿Qué quieres conseguir con todo esto? –pregunta irritado.

-Lo mismo que estoy segura que estais intentando vosotros.

-Destruir el Eneágono. –me completa.

-Desde dentro. –especifico.

-¿Cómo? –joder, estamos demasiado cerca.

-Aún no lo sé.

-¿Cómo que aún no lo sabes?

 -¿Acaso vosotros tenéis un plan magistral ya?

-Eres la lista.

-Lo sé. Pero aún me acabo de enterar de lo que buscan con el Eneágono como para tener ya un plan. Además, mi cerebro suele trabajar por su cuenta. -¿a que sí querido? ¿Hola? Puedes dar señales de vida de vez en cuando.

-¿Por su cuenta? –pregunta aturdido.

-Sí, por su cuenta. No siempre sé lo que pasa ahí dentro. –me ira extrañado- Cosas de superdotados. -aclaro

-Hay algo más. ¿Por qué querer destruirlo? Es decir, todos queremos destruirlo. ¿Pero, sola? Además, viviendo una puta mentira. ¿No tenías una mejor forma para hacer todo esto? Llámame raro, pero… -se acerca aún más a mí- me parece un poco egoísta.

-Mataron a mi padre. –le digo cortante- El día que me llevaron al Eneágono mi padre intento resistirse pero lo mataron. Antes de que respirase por última vez le prometí que acabaría con todo esto, que no me sometería a ellos. –digo con lágrimas en los ojos. Me aparto para que no las note.

-Te estás sometiendo a ellos.

-Eso es lo que piensan.

Entonces vemos entrar a Paul.

-Como le cuentes algo de esto a alguien te corto lo huevos. Y no tengo escrúpulos. –le digo seria. Se abre la puerta de la cabina.

-Por fin joder, pensé que me iba a comer la cabeza con tanto tono de esmalte de uñas y tanta mierda.

-Ui perdón Don Soy hombre me importan una mierda los esmaltes de uñas. Solo estaba intentando darte tema de conversación. –digo con voz de tonta otra vez y atisbo una sonrisa en sus ojos. Entonces entran Christian y Andrea corriendo.

-¿Qué hacías aquí? ¡Te hemos buscado por todo el estudio!

-Es que por la mañana no encontraba mi chaqueta favorita, entonces cuando fui al baño pasé por aquí y me acordé de que la había dejado. La puerta estaba abierta y cuando la fui a coger de dentro de la cabina me quedé encerrada. Cuando llegó Niall volvió a cerrar la puerta y nos quedamos otra vez encerrados. Para que luego digáis que la tonta soy yo. –digo superrápido.

-Como vuelvas a hacer algo así… -replica Christian

-Ya sé lo que me va a pasar, así que no hace falta que lo repitas. –nos vamos cuando recuerdo la chaqueta.

-¡La chaqueta! –digo y corro hacia dentro otra vez. Mientras cojo la chaqueta Niall coge su móvil. Antes de que pueda salir me agarra del brazo.

-Me gusta tu voz. –no le hizo falta especificar. Los dos sabemos que se refiere a la mía normal. Le sonrío y salgo.

No sé por qué dijo eso, pero ha sido un alivio.

Ha sido un alivio poder contarle todo a alguien.

Ha sido un alivio que, al menos él, no me vuelva a tratar como una tonta.

Y para qué negarlo, me ha encantado que me dijera que le gusta mi voz.

 ____________________________________

Hola personitas queridas! Ahhhhh Paula se lo ha contado todo!! Bueno "todo" jaja. Este capítulo es un poco más larguito que el anterior así que espero no haberos decepcionado. 

No olvideis COMENTAR/VOTAR

Os quieroo xXxXx

Pd: a lo mejor este finde subo capítulo, todo depende de como vaya escribiendo, y así os compenso el de hace dos semanas que no pude subir.

EneágonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora