Eneágono

20. Se me va a subir a la cabeza

Paula P.O.V.:

-Toma, los móviles. -dice Louis nada más entrar entrar en mi habitación.

Tuvieron que comprar móviles prepago y en efectivo para que no sepan quien llama cuando rastreen los números.

Les saco el virus y le entrego uno.

-No es seguro que te llame, y recuerda que tenemos tres minutos, cinco como mucho hasta que nos pillen y nos metamos en un lío de los gordos. -asiente.

-¿Qué más hacemos ahora? -inquiere Harry.

-Yo tengo que hacer unas cosas -digo mirando a Niall- vosotros podéis ayudarme mientras a pensar en un plan.

-Tú eres la superdotada aquí.

-Ya, pero si sigo esperando por ese plan como por el de cómo acabar en el Eneágono vamos de culo. Nos van a dar las uvas del 2050.

-¿Las qué?

-Las uvas. En fin de año, se toman 12 uvas con las doce campanas antes de empezar el nuevo año. Aquí hacéis cuenta atrás, en España nos comemos 12 uvas. Bueno, yo aceitunas, odio las uvas, pero para el caso es lo mismo.

-Sois raros. -dice Zayn y yo me encojo de hombros.

-A lo mejor los raros sois vosotros.

-¿Y a qué coño viene esa expresión?

-La expresión original es: nos van a dar las uvas, y es porque se supone que si sigues a ese ritmo de trabajo va a llegar fin de año.

-Lo dicho, raros. -le saco la lengua.

-Y ahora si me permitís -les digo. Cojo el portátil y empiezo con mi labor.

Hackeo el servidor del Eneágono, ya que desde que conseguí el programa del ordenador de Héctor es mucho más fácil.

Accedo a mi ficha y compruebo la última vez que fue revisada. Desde que entré allí nada. Voy al apartado de patologías crónicas y añado: ESTÉRIL. Solo espero que eso funcione.

Decido ponerlo también en las fichas de las hermanas de Louis y Zayn, además de en alguna que otra chica escogida al azar para que no sospechen. Niall se sienta a mi lado cuando estoy por la de Safaa.

Se acerca a mi oreja.

-Gracias. -susurra y sonrío.

Después de no sacar nada en claro sobre planes se van. Cierro la puerta y me dispongo a coger el pijama cuando escucho a Niall decir que se olvidó el móvil. Peta en la puerta.

Miro alrededor y ni rastro de su móvil. Abro la puerta.

-Me he dejado el móvil -susurra. Entra y cierra la puerta. Nada más hacerlo me arrincona contra la pared y me besa. Engancho mis manos a su cuello y él las suyas a mis caderas. Su lengua se hace paso en mi boca y se entrelaza un par de veces con la mía. Nos separamos.

-No sé cuándo te volveré a ver, pero espero que no sea mucho tiempo.

-Yo tampoco. -digo contra sus labios.- esperemos que todo esto funcione.

-Rezaré por ello. -no creo en Dios pero no se lo discuto. Deja un beso sobre mi frente y se va.

Me despierto con el recuerdo de sus labios aún en los míos. Me preparo y nos vamos en coche hasta el teletransportador más próximo.

No sé cuánto tiempo fue en realidad pero se me hicieron largas horas. Entro en el teletransportador y la veo, es Lottie. Nuestros ojos se juntan un momento e intento esconder mi sorpresa.