El Óscar

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Salimos del edificio y me meten dentro de un coche. Después de cinco minutos de viaje llegamos. Es un edificio más grande aún que en el que estábamos antes, un poco alejado del resto de edificios pero aún en la plataforma cero. Me bajan del coche y veo como me entregan a otros guardias. Me siento un objeto. Que bien. Entramos y me llevan al ascensor. Todo es enorme e imponente, incluso los ascensores. Son de cristal y desde ellos puedes observar todo el eneágono. Llegamos a la planta en cuestión y me meten en una sala. Está vacía excepto por una mesa en el medio y un par de sillas, me sientan. Cierran la puerta con llave y se van.

¿Qué coño quieren hacerme? Esto me está matando y estoy confusa, confusa y cansada. Apoyo la cabeza sobre la mesa. No sé lo que me mandarán hacer, pero lo utilizaré para deshacerme del Eneágono. Oigo la puerta. Incorporo la cabeza. Entran tres hombres y una mujer. Se sientan en las sillas restantes.

-¿Sabes por qué estás aquí? -pregunta uno de los hombres. Tiene el pelo castaño y los ojos marrones, sin barba. Niego con la cabeza. Claro que sé por qué estoy aquí, porque he incumplido una jodida de sus reglas. -Has incumplido nuestras normas y mereces un castigo. Has tenido suerte de que Dios te haya librado de la muerte. -Dios, cada vez que lo nombran me da muy mala espina. El único Dios que existe para mi es yo misma, y la música. Son en las dos únicas cosas que puedes creer y confiar. En ti mismo y en la música, aunque muchas veces el primero te falle.

-¿Sabes por qué te ha librado de la muerte? -dice ahora una rubia, ¿qué pasa, qué no contratan a morenas? Niego otra vez, y otra vez sí que sé la respuesta pero lo escondo. -cree que eres útil. Cree que puedes hacer una labor excepcional para el eneágono y ayudarnos mucho. -no quiero, pero debo. Si voy a ser tan importante podré destruir todo esto con mayor precisión. Pongo cara de que no me estoy enterando de una mierda.

-Vas a cantar -aclara el pelirrojo de ojos caramelo. Mi cara muestra más desconcierto aún que el de antes. -Predicarás las maravillas y ventajas del eneágono allí fuera.

-Así conseguirás que los padres que esconden a sus hijos los entreguen voluntariamente y calmarás los ánimos allí fuera. -habla otra vez la rubia.

-¿Qué mejor que alguien que ha experimentado el Eneágono para contar lo bien que se está aquí dentro? -dice ahora el señor más mayor de pelo gris con barba y ojos grises.- No se nos ha pasado por alto el efecto hipnótico que tú y tu voz habéis tenido en esa pequeña niña, y no queremos desaprovecharlo. -Y con cada palabra me hunden más. Mi sueño era ser cantante, pero no quiero usarlo para conducir a la gente hacia su peor pesadilla, no lo quiero hacer para ellos. Me niego. Pero esa es la realidad, y tengo que conseguir seguir adelante con ello sin derrumbarme y hacer que los que se derrumben sean ellos. No sé cómo, pero necesito conseguirlo.

-No es que tu opinión importe en esto pero necesitamos saber si colaborarás sin tener que usar la fuerza.

-Si la comida es mejor que la de aquí y mi micro puede ser rosa fucsia mate no tengo ningún problema. -digo con mi mejor voz de tonta. Me aborrezco por lo que acabo de decir. Ellos están anonadados por lo gilipollas que puedo llegar a ser, pero contentos porque colaboraré con la causa, y creo que también por el hecho de que soy muy tonta. No sé por qué, pero me da la sensación de que es así. Se levantan y se van. Vuelven a cerrar la puerta con llave. Reposo la cabeza sobre la mesa otra vez e intento despejar un poco mis ideas, pero parece que mi cerebro se niega a entablar conversación conmigo. Es demasiado amable, lo sé.

No quiero hacerlo, no quiero usar lo que me da la vida para hacer algo que me la quita. Pero necesito hacerlo, tengo que acabar con todo esto. Aunque no podré confiar en nadie, no le podré decir a nadie mis intenciones verdaderas. Ni siquiera a Dan. Ya me ha mentido en lo que respecta a su padre (aunque lo puedo llegar a comprender), pero además su padre no es un don nadie aquí, tiene algo de poder, aunque sea una milésima, y no me puedo arriesgar a ello. Ahora mismo estoy totalmente sola en esto. Si quiero que todo salga bien, no puedo confiar en nadie más que en mi misma.

Aquí empieza mi camino, ahora comienza mi plan. No sé cuál es, pero mi cerebro ya está maquinando uno y mientras solo tengo que actuar.

Tengo que conseguir ganar un Óscar.

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Hola personitas queridas. Antes de nada deciros que el martes creo que no tendré ningún problema en subir pero jueves no voy a poder. Estoy de exámenes hasta arriba así que si algún día no subo no os enfadeis mucho. Lo primero, los chicos aparecerán en el próximo capítulo (BIENNNNN POR FINNNNN) pero tardaron tanto porque tenía que pasar lo "importante", es decir, si Paula no fuese la cantante no los conocería, así que os agradezco la espera jaja. Segundo: YA TIENE 300 LEIDOS! OS QUIERO DAR LAS GRACIAS, DE VERDAD QUE ME HACE MUCHA ILUSIÓN.

Aquí os dejo el capítulo, sé que es cortito pero los estudios me quitan la inspiración (la cual me suele venir o a las 2 de la mañana o en medio de un examen. Nos llevamos muy bien ella y yo).

No os olvideis de votar/comentar.

Mi twitter: @SoftlyBad1D (si teneis twitter seguidme, os doy fback, y decirme que leeis la nove así os meto en una lista de lectores)

OS QUIEROO XXxxXx

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