013 | aluminio

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× Mercury.


Ya me estaba lamentando no preguntarle a Niall sobre el modo de transporte en la universidad mientras caminaba fuera del campo después de la práctica y miré alrededor del estacionamiento casi vacío.

Era una idiota.

No tenía idea de donde estaba y como volver a mi edificio. Mi dormitorio estaba al otro lado del campus, aproximadamente cinco millas de distancia, si no es mucho más. Estaría caminando sin rumbo por horas, lo que no estaría mal, solo que tengo mejores cosas que hacer.

El aparcamiento estaba vacío, incluyendo a la pequeña chica extraña con la cámara, y solo había unos pocos coches estacionados por ahí. Uno de los coches, sin embargo, lo reconocí como el pulido y negro jaguar de Niall. Sabiendo que era mi mejor opción, caminé hacia el y esperé hasta que regresara.

Oré porque otra persona apareciera antes de él, así no tendría que interactuar con Niall de nuevo hoy, pero por supuesto, eso no sucedió.

—No, —eso fue lo primero que salió de su boca mientras caminaba hacia su coche con llaves en mano. Estaba en la misma ropa que tenía en la práctica, a excepción de su chaqueta de mezclilla que había terminado en su brazo, ya que el calor de la práctica fue suficiente.

—Ni siquiera sabes lo que iba a decir, —objeté.

Niall pareció pensarlo por un momento, casi como si estuviese tratando de averiguar lo que podría querer.

—No. —dijo de nuevo y abrió la puerta del coche.

Tal vez era su sonrisa arrogante, su gran ego, o la forma en la que siempre estaba inquieto, pero estar con él me hacía arder como llamas.

Una vez que se dio cuenta de que, obviamente, no iba a obtener un no como respuesta, suspiró pesadamente y se volvió hacia mí—. ¿Que quieres? —preguntó, con la misma cantidad de fuego en sus ojos como yo lo sentía—. Si piensas que te daré un paseo, estás equivocada.

—Solo quiero direcciones, —admití, de pie delante de él. Con el peso de mi mochila en mi hombro, ya sabia que esa caminata me iba a matar—. Solo dime dónde está mi dormitorio y te dejaré. Lo prometo.

Me miró de arriba hacia abajo—. ¿Estás pensando en caminar sola? Son pasadas las nueve y está oscuro.

—No tengo mucha elección, —le recuerdo—. ¿Por que suena como si te importara?

—No me importa, —dijo fríamente.

Yo no creía que reaccionaria tan rápido, pero lo hizo y estaba claro que mentía. Cuando dijo eso, ladeó su cabeza demasiado rápido y desvío la mirada. Y casi tan rápidamente como lo hizo, el me miraba de nuevo, probablemente para ver si me creía la mentira.

Y no lo hice.

—Bueno, está bien, ya que no me dices hacia donde tengo que ir, empezare a caminar y esperar lo mejor, —dije y empecé a caminar.

—Espera, —dijo Niall, para luego decir:— Te puedo llevar.

Miré y vi a Jace caminar hacia nosotros, con su pelo negro hundo aferrado a su frente. Él estaba sin su uniforme, luciendo una sencilla camiseta blanca y vaqueros.

— ¡Perfecto! —Niall gritó con emoción fingida, haciendo como que no le importara que me fuera—. Ahora no tengo que fingir para hablar contigo, —rodó sus ojos antes de desbloquear su coche.

—Idiota, —oí decir a Jace antes de hacerme caminar hacia su coche a pocos pies de distancia. Sonreí ante su elección de palabras.

—Mi puerta sigue abierta, ¡puedo oírte! —Niall gritó, golpeando su puerta para mostrar irritación.

Game Theory × n.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora