Enciendo el cigarro y suspiro.
Ya no hay palabras, ya no hay amor.
Ya no hay días buenos, ni días malos, solo días.Y te pensé.
Ya no existe a quién extrañar, a quien llorar.
No hay razón alguna para vivir.
Solo queda respirar, vivir lejos de la realidad.Y te extrañé.
Los recuerdos me inundan, la nostalgia me agobia.
El dolor crece, las cosas cambian y el tiempo no se detiene.
Estoy solo, al final de todo.Y te lloré.
Enciendo otro cigarro y pienso.
Pienso en todo lo que he perdido por ganar. En lo que he sufrido, lo que he llorado.
Pienso en tí.Y me sentí.
Siento dolor.
Quizás por mis cicatrices, quizás por lo que reflejan.
Quizás porque no te merecía.Y te fallé.
Llegué al extásis, tuve sexo.
Traté de olvidarte y me drogué.
Me olvidé que aún estabas tú.Y te herí.
Ahora solo respiro, por obligación y no deseo.
Porque chica, te amé como diosa en vida y manché cada esquina de
tu cuerpo de mentiras.