Angel

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Arráncame la ropa y hazme tuya sin demora.

Ven, que te quiero sentir, te quiero tocar, necesito gemir. Desnúdame el alma y haz que suspire tu nombre. Hazme tuya sin prisa, como aquella vez en la recámara. Hazme tocar la luna, hazme volar contigo fundido en mi piel. Déjame sentirme como toda una diosa. Lamer tu cuello, besar cada rincón de tu cuerpo, conectar tu lengua con la mía, mezclar salivas, contar tus lunares, perderme en tus ojos.

Una vez más.

Hazme sonreír en cada embestida, hazme desearte cuando no estás, hazme tocarme a ver si se siente igual. Dime lo que te gusta de mí mientras estamos sintiendo el calor de nuestros cuerpos, haciéndonos uno, respirando el mismo aire. Hazme tuya mil veces más, hazme sentir el cielo en este infierno. Hazme gritar tu nombre.

Quiero sentir tus labios, sentir tu húmeda lengua recorrer mi cuerpo hasta llegar al éxtasis. Hazme gritar tu nombre, otra vez.
Hazme pedirte que volvamos a hacerlo, déjame con las piernas temblando, que así como me lo hiciste, nadie me lo ha hecho y quiero que me sigas devorando.
Acorrálame a la pared y mírame a los ojos, háblame con ellos, hálame todo.
Domíname, devórame, consiénteme, márcame.

Ven, que quiero ser tuya y aunque sólo tengamos un pacto en la cama, que se joda, yo siempre seré tuya.

Lágrimas EscritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora