Capítulo 5

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Realmente lamento la tardarza, pero no tenía inspiración, más bien tenía todo mezclado en mi cabeza. Les traigo el 5to capítulo, ojalá les guste y no se olviden de comentar y votar ^_^

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Inuyasha caminó furioso por los pasillos de la Universidad, buscó desesperadamente a Kikyo, aunque en su cabeza se encontraba otra la azabache. Llegó hasta las habitaciones de las estudiantes – lugar prohibido para los profesores, pero eso no le interesó al peliplata.

-Kikyo – dijo entrando rápidamente la puerta de la habitación.

-¡Inuyasha! –gritó, pues no esperaba que alguien entrará de esa manera a su dormitorio - ¿qué haces aquí? ¡Sal! No vez que me estoy vistiendo – intentó cubrirse con una manta.

-Me gusta así

Inuyasha la asechó y la pegó a la pared, la besaba de manera demandante, apasionada y violenta. La sangre le hervía, no precisamente de pasión, más bien de rabia e ira. Sin previo aviso, le levantó una pierna a Kikyo y la depositó en su hombro, rápidamente corrió su ropa interior y la penetró de manera brusca.

-¡Inuyasha!... aaah... espera... me duele – se quejó Kikyo, jamás había visto a su novio de esa manera, le pareció extraño y a la vez le produjo miedo.

-Te deseo tanto Kikyo – gemía el profesor – Di que eres mía, dilo – la penetró más fuertemente.

-Soy... tu...ya... Inu...yasha – la joven sentía placer a la vez que dolor. Iba a decir algo más, pero el peliplata le tapó la boca con su mano. La penetró varias veces más, sin dejar que ella tomara algo de aire.

-Aaahhh Kikyo!!! – Inuyasha había alcanzado el orgasmo, al igual que ella – Eres deliciosa – la besó tiernamente.

-¡¿Qué pasa contigo?! –grita molesta – ¡No puedes llegar hasta mi habitación y hacérmelo de esa manera! – Kikyo apenas si podía respirar - ¿Qué fue todo esto?

Inuyasha simplemente la miró duramente, se dio media vuelta y salió de la habitación dejando a la joven perpleja sin obtener una respuesta. El ojidorado caminó hasta la sala de profesores, se sentía agitado y la rabia aún no se la sacaba de encima.

-¡Maldición Kagome! – dijo apretando los puños.

Mientras tanto Bankotsu acompañó a Kagome a su clase. Ambos conversaban sin ningún pudor. El joven creyó que la muchacha estaría tímida al momento de hablarle, pero no fue así... Eso le gustó mucho.

-Gracias por acompañarme – le da un dulce beso en la mejilla.

-De nada preciosa. Piénsalo, podemos pasarla muy bien de nuevo – le giñó el ojo y desapareció de su vista.

Por otro lado, Sesshomaru estaba hecho una furia en su oficina, se paseaba de un lado a otro. Debía de calmarse, estaba seguro que si se presentaba en esas condiciones en la clase, tomaría a Kagome y le exigiría explicaciones frente a todos y eso no debe pasar. Salió de su oficina hacia la sala de clases mirando únicamente hacia el frente.

-Buenas tardes – dice entrando seriamente. Comienza a escribir en el pizarrón intentando no toparse con la mirada de la azabache.

Kagome, para variar, no prestaba atención a nada, simplemente dibujaba. Estaba inspirada y no debía desperdiciar aquello, así que sin más siguió en lo suyo sin despegar sus ojos del papel.

-Higurashi – ella no escucha - ¡Higurashi! – el profesor se comenzaba a cansar.

-Diga profesor – se levanta de su puesto.

Reescribiendo el pasado [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora