Capítulo 24

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-¿Qué demonios dices? - pregunta Sesshomaru exaltado al escuchar aquellas palabras.

-Te digo que vimos a Kagome en el hospital - dice agitada Sango al teléfono.

-¡¿En el hospital?! ¿Cuál hospital?... Voy para allá.

-¡No!, espera Sesshomaru. Vamos con Miroku a la comisaría. Kagome ya se fue - comentó apenada la castaña, pues cree que pudo hacer algo para detener a la joven.

-Bien... los espero entonces - corta la llamada.

Sesshomaru se paseaba ahora mucho más preocupado por los pasillos de la comisaría, pues la sensación de que Kagome haya sufrido algún accidente lo atormenta.

-¡Maldición! - expresó golpeando unos de los muros.

-Tranquilizate por favor - Kikyo se le acercó - todos estamos preocupados por Kagome, pero no podemos desesperar. No queremos que cometas una locura Sesshomaru.

-Me es difícil - dijo sentándose por fin - De solo pensar por lo que ha pasado Kagome me hierve la sangre.

-Lo sé - le sonríe - pero ella es fuerte y sabrá superarlo.

Bankotsu miraba la escena desde algo más lejos, sin embargo, no le gustaba nada lo que observaba.

Hace unas semanas atrás, él y Kikyo se veían a diario y fortalecieron un lazo de amistad, pero claramente el moreno quería ir mucho más allá de ese vínculo por lo que esa escenita le comenzaba a provocar celos.

-¿No creen que ya es mucho de consolarse el uno al otro? - pregunta Bankotsu con claro tono de celos.

-Hmp. No creí que fueras un hombre celoso

-Ya cállate Sesshomaru. Hoy no estoy para tus cambios de humor.

-¡Cálmense los dos de una buena vez! - Kikyo ya comenzaba a fastidiarse - Olvídense de ustedes por unos minutos. ¿Vale?

Sesshomaru ya no aguantaba más y se dirigió sin autorización hacia la oficina del capitán de policía, abriendo estrepitosamente la puerta.

-Mi mujer me ha llamado por teléfono - le lanza al escritorio su móvil - Rastréenla - dijo con autoridad

-Joven Sesshomaru no es manera de...

-¿Qué no es manera? ¿Me dice usted que no es manera? ¡Fue suficiente!. Estoy harto de sus malas gestiones y sus estupideces. ¡Estoy más que seguro que ustedes ni siquiera la están buscando! - el peliplata estaba apunto de perder los estribos.

-¡No le permito que me hable de esa manera! - el oficial se levanta furioso

-¡Y yo no le permito su falta de profesionalismo! ¡La busca ahora o llamaré a su superior! Y creáme que el único que saldrá perjudicado, será usted.

Sesshomaru sentenció a aquel hombre -  No me haga utilizar mi apellido para arruinarlo. 

El capitán comenzó a sudar frío, pues conocía perfectamente los contactos e influencias que el peliplata poseía. Tragó duro e hizo una  pequeña reverencia. 

-Lo siento joven Taisho - tiritaba del susto - Me amenazó con matar a mi familia si seguía buscándolo y tuve mucho miedo - el hombre prácticamente lloraba. 

Al oír aquello, Sesshomaru no pudo soportar más, lo levantó y lo golpeó en todo el rostro haciendo que cayera sobre el escritorio. 

-¡Es un miserable! - gritó furiosos, parecía que en sus ojos la sangre se acumulaba. Tenía mucho rabia, más que eso, era ira acumulada. 

Reescribiendo el pasado [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora