Capítulo 9

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Kagome no dejaba de suspirar, las manos de Sesshomaru recorrían cada rincón de su cuerpo. En su mente ya no había nada más, solo placer y la necesidad de tener a ese hombre dentro suyo.

Sesshomaru lentamente fue deshaciéndose de la camisa que cubría el cuerpo de su amada. Era un espectáculo. Kagome se había desarrollado muy bien, claro, habían pasado 8 años de la última vez que la vio. Éste sin más, dejó de ser delicado para volverse más pasional.

Este cambio brusco asustó a Kagome, no era la forma en ha que quería entregarse a ese hombre.

-Se..ssho...maru… por favor… deten… te - la voz de Kagome lentamente fue quebrándose. Ya no le gustaba la forma en que el peliplata la estaba tocando.

-No seas tímida Kagome - éste no se percataba del tono de voz de la mujer - se mía.
Sesshomaru la besaba casi con demencia, se estaba ahogando por el sabor y el olor que despedía su amada. Sus sentido se bloquearon y no percibió el llanto de ésta.

-Basta… Sesshomaru ¡Basta! Por favor - Kagome lloraba y gemía de miedo, intentó varias veces alejarse de aquel peliplata, pero éste no reaccionaba - ¡BASTA!

Fue en ese momento que Sesshomaru reaccionó. Al mirarla notó lágrimas en sus ojos cayendo por sus mejillas. Se sintió un idiota y un monstruo al asustarla de esa manera. Intentó acercársele pero ella retrocedió.

-¡No te me acerques!... No por favor - esto último lo dijo en un susurro.

-Lo siento Kagome… Me dejé llevar, no quise asustarte - intentó nuevamente acercarse a ella.

-¡No! No me digas que lo sientes, te grité y te empujé y no escuchabas - Kagome retrocedió hasta llegar al respaldo de la cama - Estabas… estabas.. Abusando - no aguantó más y se echó a llorar desconsoladamente, los recuerdos le inundaban la mente.

-No Kagome, no es verdad, jamás te lastimaría - Sesshomaru la abrazó fuertemente, no quería que ella pensara algo que no era - Te quiero y jamás te haría daño.

-Pero lo hiciste - recibió el abrazo y se aferró a él como si su vida dependiera de ello - no quiero esto nuevo.

Esto llamó la atención del peliplata -¿De nuevo?- No entendía exactamente a qué se refería Kagome, más tenía temor de preguntar, porque sabe perfectamente el carácter de la mujer que tiene en sus brazos.

-¿Kagome? - No hubo respuesta, la muchacha se quedó dormida. La tensión fue muy grande para ella. El demonio blanco se acomodó con ella en la cama y ambos se quedaron dormidos, juntos, abrazados.

La luz le dio directo en el rostro de Kagome, con mucha pereza abrió los ojos y se sintió totalmente sola. Sesshomaru no estaba a su lado, y eso la hizo sentir mal. Se levantó y fue directo al baño, tomó su vestido y para su mala suerte aún estaba mojado.

-¡Maldición! - exclamó, no tenía nada que ponerse, sólo la cubría la camisa del peliplata.

Escuchó un ruido muy fuerte que provenía de la sala de estar. Se asustó pero captó que era Sesshomaru quien trataba de preparar el desayuno. Esbozó una pequeña sonrisa y se entró a duchar.

El peliplata mayor no estaba precisamente preparando el desayuno, sino más bien discutiendo con su hermano menor.

-¿Acaso no te dije que no te quería ver? - dijo molesto Sesshomaru

-Khe! No molestes, vine a buscar unas cosas que se me quedaron

-¡Largo! No te quiero aquí - he hizo una señal para que se marchara.

-Que amargado - dijo en tono burlón.

Inuyasha entró en su habitación, recogió sus cosas, pero al salir de ésta escuchó la ducha. Sonrió de medio lado, tenía la excusa perfecta para molestar a su querido hermano.

Reescribiendo el pasado [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora