Capítulo 22

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Capítulo modificado, ya que el anterior no me convencía y no me dio inspiración para continúar... Espero que les guste lo cambiado :)

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El guardia apenas vio a Kagome en el suelo con pequeñas manchas de sangre se devolvió inmediatamente para dar aviso a Naraku.

-¡Señor Naraku! - corrió como pudo escaleras arriba. Entró en un despacho que se encontraba al otro extremo de la casa.

-Pero qué demonios - dijo el ojirrojo - ¿Quién te ha dado permiso de entrar de esa manera?

-¡Señor! - estaba agitado - La señora Kagome está sangrando.

Al oír aquello, Naraku voló prácticamente hacia el sótano de la casa. Al llegar se encontró con una Kagome aún en el suelo y tocándose con desesperación el vientre.

-¡Kagome! - se puso a su altura - ¿Cómo te sientes? - pregunta preocupado

-Me duele Naraku… mucho - se quejaba

-¡Llama a Byakuya! - dijo mirando al guardia, quien asintió.

-¡No! - gritó Kagome - Llévame al hospital - dijo angustiada.

-Byakuya ya viene querida, sólo espera

-¡No! - volvió a gritar - Estoy asustada Naraku, llévame al hospital, no quiero que mi bebé muera.

El ojirrojo estaba también asustado, pero sin pensarlo, decidió hacerle caso a su esposa y como pudo la tomó en brazos, la sacó de la casa, la subió a un vehículo y rápidamente fueron camino al hospital.

Lo que Naraku no sabía es que este sería el primero de muchos errores que cometería.

Durante el trayecto Kagome se quejaba mucho, se retorcía del dolor.

-¡Con un demonio! Naraku date prisa - gritaba Kagome lo que hacía que su “esposo” se desesperara cada vez más.

-¡Cállate ya mujer! - luego de unos minutos llegaron.

Naraku aparcó el vehículo por la parte de atrás del hospital, no se iba a arriesgar a ser vistos, por lo que, mientras conducía le envió un mensaje de texto a Byakuya. Éste los aguardaba en la salida de emergencia del hospital por lo que lograron ingresar pasando desapercibidos.

Pusieron a Kagome en una camilla y rápidamente la llevaron a la consulta de Byakuya.

-Naraku, necesito que te quedes afuera - decía el médico.

-¡Olvidalo! Entraré con ella - decía algo molesto.

-Por favor Naraku - decía Kagome tranquila - Deja que me revisen y luego entras… No escaparé.

El ojirrojo asintió y esperó en la antesala de la consulta. Era un lugar seguro pues nadie entraba sin la autorización de Byakuya, así que no corría ningún peligro en ser descubierto.

-Veamos señora Onigumo que es lo que tiene - dice con una sonrisa sincera Byakuya.

Estuvo alrededor de 20 minutos examinándola y haciéndole un montón de preguntas para descartar cualquier complicación en un futuro.

Kagome sólo recibió una pequeña contusión lo que provocó el sangrado, pero nada fuera de lo normal. Los dolores que había sentido fueron únicamente producto de los nervios y la angustia que comenzó a sentir por ver la sangre.

-Debe cuidarse muy bien. Su bebé hasta ahora se está desarrollando con normalidad.

-Gracias doctor… emmm. Doctor - dijo algo tímida

Reescribiendo el pasado [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora