Círculo de amigos

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– Necesito alguien que me abrase esta noche – dijo Christina.

– No te preocupes mi shuiquita, yo me la llevo – dijo Lincoln el mamado.

Ambos reposaban bajo un árbol en una bella pradera, el cielo azul y despejado, las flores bellas y exóticas.

– ¡oh Lincoln! me has hecho tan feliz – decía la chica.

– *risa soberbia* lo se primor, lo se –.

– necesito unir mis labios con los tuyos – dijo Christina en un tono sensual.

– aquí estoy mamasita – dijo poniendo sus labios.

Todo parecía perfecto, los dos se vieron a los ojos y lentamente sus labios se acercaron hasta que se dieron un apasionado beso.

– ¡oh vaya! ¡eso fue maravilloso! – dijo Lincoln con los ojos cerrados.

– ¿y sabes que mas? – dijo ella.

– ¿que cosa? –.

– ¡que esto es un sueño! – dijo Lynn.

Lincoln abrió los ojos para darse cuenta de que era Lynn la que estaba junto a el, pego el grito en el cielo y rápidamente su nube de sueño se desvaneció dejándolo en la realidad.

– ¿u-un sueño? – dijo.

Levanto su sabana para ver que se había orinado y al notarlo puso una cara de asco.

*en la lavandería*

Rita Loud estaba lavando la ropa mientras Lincoln se acerco detrás de ella, su madre se dio la vuelta para verlo con la sabana hecha bola.

– ¿son tus sabanas cariño? – dijo.

Lincoln asintió con la cabeza tres veces.

– ¿volviste a soñar con el Lynncoln? –.

Lincoln repitió la acción.

– ash... – se quejo.

Lincoln dejo la sabana por ahí y Rita de la parte inferior saco un jabón líquido mas grande con notoria dificultad, en eso su padre Lynn Loud Sr. Se acerco a su esposa con su sabana hecha bola.

– ¿son tus sabanas cariño? –.

Lynn Sr. asintió con la cabeza.

– ¿volviste a contar ovejas antes de dormir? –.

Repitió la acción.

– ash... – se quejo.

Y de vuelta saco otro jabón aun mas grande.

*en la escuela*

El timbre había sonado dando la señal de inicio de clases, Lincoln estaba sentado en su vitrina, habían algunos constructores reparando la pared y el vidrio, la maestra estaba algo deprimida tomando su café.

– ¿no notas algo diferente en la maestra? – dijo Clyde.

Lincoln la vio con más detalle y vio que tenía ojeras, estaba algo despeinada y al sostener su café le temblaba la mano.

– yo la veo igual de bien – dijo.

La maestra se levanto de su lugar y empezó a escribir las actividades en el pisaron con su mano temblorosa.

– muy bien jóvenes, p-por favor habrán sus libros en la página 6 – decía.

Parecía que quería llorar, Lincoln y Clyde sacaron sus libros de geografía, después de unos segundos la puerta se abrió de golpe.

The friendzoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora