Milagros

771 48 11
                                    

Lincoln se encontraba delante de la entrada a la clase de español, revisó la hora de su celular, eran las 9:15 a.m.

– bien, solo una clase más y tendré mi descanso –.

Sin más que decir abrió la puerta, el ambiente era jovial, algunos hablaban en sus grupitos y otros estaban sentados mientras contaban el chisme, Lincoln algo nervioso busco un lugar y se sentó junto a la ventana en la sección media.

– bien, todo parece normal, ella no está aquí, muy bien, tranquilo Linky, tú puedes – suspiró.

La puerta se volvió a abrir, era Clyde, Lincoln al verlo se puso de pie y le saludo, Clyde se acercó a él para sentarse a su lado.

– ¡hola Lincoln!, ¿como han estado tus clases? – preguntó.

Lincoln dejó salir un suspiro ronco y dejo caer su cabeza al escritorio.

– ¡de la patada hermano! Y no es broma, en la clase pasada me encontré a alguien que pensé que jamás volvería a ver –.

– ¿quien?, ¿Blue?, se que no es la persona con la que hayamos tenido la mejor experiencia, pero si que nos ayudó en aquella vez que tu hermana Lisa se le salió de control el robot que hizo para su proyecto de ciencias, ¿recuerdas? –.

– si, si lo recuerdo, aún tengo la cicatriz en mi espalda pero eso no es lo importante, lo importante es que me encontré a Christina en el pasillo del segundo piso –.

– ¡oh mi Dios! Y no me digas, ¿actuaste como un idiota verdad? –.

– por suerte no, Red causó una pequeña explosión en la sala de química y tome la oportunidad de irme antes de decir alguna tontería –.

– oh... conque eso fue lo que se escuche hace rato, pues mira amigo mío, tal vez ella esté aquí por algún motivo, ¡es el destino mi camarada! – dijo burlonamente.

Lincoln no parecía estar de ánimos para ese tipo de humor pero no le quedó de otra que soltar una pequeña risa.

– ne, no creo en esas cosas, ella solamente ha de estar aquí porque le ha de quedar cerca de su casa –.

– puede ser, ¡o puede que ella te haya seguido hasta aquí señor Romeo! – volvió a decir Clyde en su tono burlón.

Antes de que Lincoln pudiese decir algo más la puerta se abrió de golpe, una persona salió disparada chocando contra el escritorio del maestro el cual por suerte aún no ha o llegado.

– ¡que eso te enseñe a no meterte conmigo bestia! – gritó una voz femenina y familiar.

El chico que salió disparado temblaba, se levanto y salió corriendo mientras lloraba, todos los alumnos vieron la escena, Lincoln trataba de ver de quién se trataba pero por la multitud se le dificultaba.

– ¿puedes ver quién es? – dijo Clyde.

Lincoln saltaba para poder ver algo.

– no, espera creo que puedo ver... un suéter morado, espera. – se detuvo.

– ¿un suéter morado? – dijo Clyde.

Retomó sus brincos, ahora que la gente se había dispersado por fin pudo ver de quién se trataba, al hacerlo daba poco crédito a sus ojos, se trataba de Ronnie Anne, su vieja amiga de la secundaria.

– ¿Ronnie Anne está aquí? – dijo en voz alta.

– ¿enserio? ¡Wow! Parece que el destino te está jugando una mala reta – dijo Clyde.

Lincoln puso una cara molesta, volteó a ver a Ronnie Anne y ella se estaba acercando.

– ¡ah! Viene hacia acá – dijo.

The friendzoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora