Lo que sigue

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Démosle a lo que sigue y lo que todos quieren ver, semanas después de unas grandes vacaciones y de pasarla muy bien con la chica del mechón purpura Lincoln ahora se encontraba devuelta en clases con un nuevo horario y preparado para nuevas experiencias, a falta de su querida Cookie algunas clases ya no eran lo mismo, pero por suerte él podía aguantarse, estando en la cafetería nuestro peliblanco disfrutaba de un deleite especial.

– di ¡ah! – decía Stella mientras cargaba una cuchara.

– ... ¿no crees que esto es raro? – dijo Lincoln – todos nos están viendo... –.

Y si, al parecer este tipo de comportamiento que demostraban llamaba mucho la atención de los demás estudiantes, incluso a sus amigos, Rusty, Liam y Zach, quienes estaban sentados enfrente.

– ¿¡pueden dejar de hacer esto por favor!? – exclamó Rusty – es injusto que Lincoln tenga todo lo bueno – lloriqueó.

– hey, no me culpes, solo tengo suerte – dijo con la boca llena – es solo que... –.

– ¡hey! No hables con la boca llena – dijo Stella – es de mala educación y te mancharas la camisa –.

Ambos "disfrutaban" esto haciendo que los chicos menos populares se sintieran disgustados y miraran a Lincoln como un enemigo, mientras eso pasaba Ronnie Anne llegaba a escena.

– ¡hey pero si son mi pandilla favorita! – mencionó al verlos a todos sentados – Lincoln mi hermano, ven acá – se estrellaron la mano – ¡Stella! Mi rival de amor ven acá – se abrazaron – y tres mocosos que se hicieron pipí –.

Zach, Liam y Rusty se miraron los pantalones con pena y disgusto.

– ¿y que hacen aquí fenómenos? – dijo quitándole el almuerzo a Rusty.

– bueno, es hora del receso y estaba dándole de comer a Linki Dinki – dijo tiernamente Stella.

– ¿A si? – dijo con una mueca de disgusto – bueno, creo que ya le disté demasiado ¿no crees? – le quito el plato de comida – creo que ahora es mi turno – dijo al introducir la cuchara a la boca del chico.

– mmm parece que no lo haces bien – le arrebató el plato de comida – ¡así es como se hace! – introdujo otro bocado a Lincoln.

En eso empieza una disputa entre quien le da de comer llenando las mejillas de Lincoln por completo hasta casi reventar.

– pobre Lincoln, lo harán pedazos... – dijo Rusty.

– o lo engordaran para comérselo – aportó Liam.

– si, también eso –.

Suena el timbre, las clases pasan y llegamos a un punto donde Lincoln debe ir por sus cosas a su casillero, mientras caminaba alguien por detrás se le acercaba, era nuestra emo favorita, Maggie quien con las mejillas rojas sostenía una pequeña caja.

– ¡ah! Maggie... ¿eh? ¿Qué haces aquí? – dijo sorprendido.

– solo v-vine. Darte esto – dijo apenada.

Lincoln con temor y curiosidad tomó la cajita y al abrirla pegó un grito, era un corazón viscoso y empapado de una sustancia negra.

– es una muestra de mi afecto, el corazón negro es un símbolo de q-que te lo doy – decía con la mirada hacía abajo mientras movía su pie.

– ¿eh? ¿Qué? ¿¡que!? ¿¡por que!? – decía asustado.

– bueno... ese día en que me gritaste y me insultaste... – empieza a babear – fue lo mas asombroso que haya visto, nadie jamás me había hablado de esa manera – decía mientras se hundia las mejillas en sus palmas de la mano.

– ¿Qué? ¿Cuándo hice eso? –.

– oh pequeño Lincoln... – susurró con una sonrisa morbosa.

– ah genial esta loca – guardo las cosas y le dio la caja – sabes... es un bonito afecto y todo eso, pero... debo irme ya que... que mis clases empiezan ahora –. Cerró su casillero y como alma que lleva el diablo se echo a correr.

Empiezan clases, todo transcurre normal, todo tranquilo sin alguna perturbación, nuestro protagonista estudiaba y tomaba apuntes hasta que dieron la campana de salida, junto a Clyde y los demás fueron a las afueras del instituto mientras platicaban, hablaban sobre si ir a alguna otra parte y donde pasarla bien.

– Creo que Rusty tiene razón, las hamburguesas suenan bien – dijo Liam.

– y después de ahí podemos ir al arcade – dijo Clyde – ¿Qué dices Lincoln? –.

Lincoln estaba distraído y por lo visto no había escuchad nada de lo que conversaban.

– ¡Lincoln! – exclamó Clyde.

– ¿eh? ¿Qué sucede? –.

– lo mismo digo, no has dicho nada desde que salimos de las clases –.

– ah... perdona, es que he estado distraído –.

– ya me di cuenta... bueno, hablábamos sobre si ir a las hamburguesas y después de ahí al Arcade –.

– suena bien, si, suena bien –.

– hey ¿Qué sucede hermano? –.

– nada, nada, solo es que... hoy pasaron cosas raras –.

– ¿Cómo que? – preguntó Zach.

El grupo de detuvo y Lincoln los miro tratando de encontrar las palabras adecuadas para describir la situación.

– bueno... la verdad es que... –.

En eso Rusty lo abraza – ¡¡shhh!! Toma te tu tiempo hermano, aquí estamos... –.

Lincoln viéndolo extraño continua – bueno... la verdad es que... –.

Lo vuelve a abrazar – ¡shh! Tranquilo, tranquilo viejo, aquí estamos... –.

Lincoln se le queda viendo –... bue... –.

– ¡Shh! – abrazándolo.

Asustado ya Lincoln dice – bue... –.

Y antes de que Rusty le diera el abrazo Clyde le da un puñetazo dejándolo en el suelo – ¿decías hermano? –.

– es que la verdad hoy he tenido suerte con las chicas... más de lo que debería – se tomó su brazo – no es que me desagrade, es solo que... parece como si tuviera muchas pretendientes y eso... no quiero parecer un mujeriego –.

– oye, si esto te esta pasando deberías aprovecharlo – dijo Liam – ya quisiéramos nosotros tener esa suerte que tu tienes –.

– lo se, pero... no se ¿no esta mal coquetear con varias chicas al mismo tiempo? –.

– mira... – dijo Rusty en el suelo – si tienes el don úsalo, al cabo ¿Qué podría salir mal? –.

– no lo se... ¿tu que dices Clyde? –.

– mmm... bueno, yo diría que si... –.

Todos lo voltearon a ver.

– ¿en serio? – dijo Zach.

– ¿en serio? – dijo Rusty.

– bueno, creo yo, has tenido una mía experiencia Linc, desde que Cookie se fue... pues... no has estado tan animado, no desde que estuviste con Tabby o Stella esta mañana... –.

– ¿en serio crees que sea buena idea? –.

– no digo que sea buena, pero puede ser lo necesario para ponerte de animos una ves mas –.

– mmm... puede ser... quizás... lo voy a pensar –.

– bueno, hagámoslo mientras comemos una hamburguesa – dijo Rusty.

– si, vamos que tengo hambre – dijo Liam.

– Liam tu siempre tienes hambre... –.

– si, vayamos –.

El grupo de amigos fueron en camino hacía las hamburguesas mientras jugaban y platicaban, Lincoln al contrario pensaba si sería lo correcto, quizás eso lo pondría de nuevo en el juego.

The friendzoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora