Niño de guerra

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*click*

– ¡buenos días Royal Woods! espero que estén muy bien hoy ya que hace una hermosa mañana y que tengan... – decía el hombre de la radió.

El olor a huevos con tocino se hacia presente debajo de la habitación de Cookie.

– hija, ¡ya es hora! ¡baja a desayunar! – dijo su madre.

La joven se quito las sabanas de encima y dio una gran bostezo.

– ...bien, hoy es el día – dijo.

Se estiró y se levantó de la cama, se puso sus pantuflas y bajo a desayunar no sin antes de marcar con una equis la fecha que tenia en su calendario, se podía ver algunas letras aún, "día del Carnaval".

*ahora vamos con Lincoln*

El pelos blancos había despertado en su cama con un terrible dolor de cabeza, lo primero que hizo al salir de la cama fue ir a baño el cual estaba opacado por sus 4 de sus 10 hermanas, Lola, Lana, Lisa y Lynn, las cuatro se estaban cepillando los dientes y aun seguían en pijamas, Lincoln no hizo mucho escándalo, solamente tomó unas pastillas para el dolor de cabeza, bebió agua del grifo y salió de ahí.

– vaya, miren quien no saluda – dijo Lynn.

– ¡Hey Lincoln, ¿¡como te fue en la fiesta!? – grito Lana.

– aahhgg... chicas por favor hablen mas bajo, siento como si un tren hubiera pasado sobre mi cabeza – se quejó el chico.

– creo que alguien ya conoció a alguien llamado alcho... –.

– ¡shhh!... Lynn, por favor no enfrente de las menores... – el joven después de decir eso se retiro no sin antes de decir algo ultimo. – y para que sepas no es por eso, había mucho ruido en la fiesta –.

– ajá si tu... –.

Lincoln fue a su armario, se miro al espejo y vio que estaba totalmente demacrado, sus ojos con ojeras y su falta de energía lo decían todo, era sábado por la mañana y Lincoln aun en pijamas bajo a desayunar, estando abajo las 4 chicas más él y sus padres empezaron a comer su desayuno.

– ...y entonces Sally y yo nos pasamos la pelota y así ganamos el juego – platicaba Lynn.

Ellas animadas mientras que Lincoln todo muerto, en eso Sr.Lynn se levantó de la mesa y se sirvió mas de aquella mezcla de huevos con tocino que él había cocinado.

– vaya hijo, te vez algo mal – dijo Rita.

– ¿eso crees mamá? – dijo con la cabeza echada en la mesa.

– hijo, ¿no bebiste o si?, porque si ese es el caso tendremos una incomoda charla de padre he hijo – decía su padre.

– n-no, no es eso, es que ayer... – se puso derecho – ayer fue una locura, el ruido y la emoción fue mucho –.

– ¿pero no bebiste verdad? –.

– no, claro que no, aun no tengo edad para eso –.

– que bueno, es que a esta edad son muchos los jóvenes que empiezan con esos vicios –.

– ¡papá!,¡papá! ¿a que te refieres a beber? – preguntó Lana.

– ¡daaaa!, se refiere a que si tomó mucha agua, ¿sabias que el agua en exceso puede hacerte daño? – dijo Lola – ¿no es así Lis? –.

– efectivamente, pero creo que papá se refiere a otra cosa –.

– ¿a que mas se podría referir papá y Lincoln? – volvió a preguntar Lana.

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