Fast Enough -parte 3 |The flash

Capítulo 3

Es algo tedioso el tener que acostumbrarme a un nuevo horario para despertar. Es que, ¿volverse a despertar muy temprano después de que tus hijos ya crecieron? Es un poco difícil el volver a hacerlo.

—¿Qué haremos?—pregunté un poco somnolienta mientras nos hacían caminar hasta el patio.—Espero que nada difícil porque en verdad, muero de sueño.

—Lamento informarte que, para que nos permitan tener visitas, tenemos que cumplir con ciertas tareas.—respondió Shawna.

—Ya estuvo que nunca las tendré.—me reí.

Al llegar, nos hicieron formarnos en el centro del patio. No era un lugar llamativo, las paredes estaban pintadas de gris con algunos árboles plantados y con mesas para pasar el día aquí.

—¡Buenos días a todas!—una oficial que tenía el gesto duro, comenzó a hablar. En verdad hacia el mayor de mis esfuerzos por no caer dormida para no meterme en problemas justamente con ella.—Hoy es día de visitas, como todas saben, pero, necesitan hacer algunas tareas antes de eso.

Otra oficial, llegó con un bowl lleno de pequeñas pelotas que tenían algo escrito.

—Cada una de ustedes, pasará a escoger una.—caminó hasta la primera chica que estaba a la izquierda.—Empecemos contigo.

Esperé unos cuantos minutos, hasta que por fin fue mi turno.
Caminé hasta la oficial que tenía el bowl y saqué mi pelotita.

—Dígame su tarea.

—Lavar los baños.—esto no me podía estar pasando a mí.

—Diríjase a los baños del área oeste.—pude escuchar un par de risas a mis espaldas y no hacía falta adivinar de quiénes eran.

Fui hasta esos baños, que para poder acceder a ellos, primero tenías que entrar a un salón que ya estaba algo deteriorado. Había un par de mesas con sus respectivas sillas pero éstas, igual ya estaban un poco desgastadas.

—¿Tú eres quién mató a Flash?—una chica quizá de quince años, me sorprendió por detrás mío.

—¿Disculpa?—estaba algo asombrada por ver a alguien tan joven estando aquí.

—Si tú eres...

—Si y no.—respondí.-Bueno, tengo que ir a limpiar los baños.

—Voy contigo.—pasó por delante mío hasta llegar a una puerta que se veía en mal estado.—Es aquí.

Caminé hasta acercarme a la puerta e inmediatamente me llegó un olor fétido, quería vomitarme de manera rápida, la joven sacó un pañuelo de su overol y me lo entregó.

—Úsalo.-me sonrió.—Ya verás que te vas a acostumbrar.

—Gracias.—me cubrí la nariz con el y con eso, por lo menos el mal olor disminuyó un poco.—Por cierto, ¿cómo te llamas?

—Sarah.—respondió y acto seguido salió del lugar.

Entré tratando de que ninguna parte de mi cuerpo tocara las paredes ya que estaban hechas un completo desastre.
Me puse los guantes que me habían dado y tomé un par de baldes que ya habían aquí para llenarlos de agua y comenzar a lavar.

~*~

—¡Hola!—Shawna sonrió ampliamente al verme.—¿Cómo te fue?

—Creo que bien.—respondí aún oliendo una pastilla aromática para olvidarle de ese horrible olor.—Espero que nunca más me vuelva a tocar ir a limpiar allí.

—Descuida. Créeme, ese lugar no es nada a comparación de la cocina.—puso gesto de desagrado.

—Entonces, espero que me toque ir a los baños más seguidos.—reímos.