Fast Enough -parte 3 |The flash

Capítulo 10

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Narra Caitlin

Trato de mantener la mente despejada, sin preocupaciones o nerviosísimo.

—Oye, todo saldrá bien.—Cisco me tomó la manos.—Para la noche, ella estará con nosotros de nuevo.

—No sabes cuánto deseo eso.—una lágrima recorrió mi mejilla.

—Tranquila.—me dio un abrazo reconfortante.

—Chicos...

Barry llegó con el traje y un abrigo encima, para poder ocultar la parte de arriba de éste.

—Todo está listo.—tomó sus lentes que había dejado en el escritorio.

—No es buena idea que los lleves.—se los quité de las manos.—Por eso, te compré estos.

—¿Lentes de contacto?—asentí.

—Si tienes que fingir ser Flash, tienes que hacerlo bien.—le entregué un pequeño estuche dónde venían junto con algunas gotas.

—Si ya todo está listo, entonces, es hora de irnos.—Cisco tomó algunos maletines.—Joe dijo que no llegáramos tarde.

Cisco se fue con estos a la camioneta del laboratorio para poder guardarlas allí.

—Barry, por favor... no lo arruines.—le advertí.—O haré que padezcas de frío.

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Narra Nina

Me quería vomitar de los nervios. Quería salir huyendo de éste lugar sin importar que la policía se la pasara buscándome por años.

La sala comenzaba a llenarse, y no había rastros de mi padre, o del padre de Barry... incluso de Joe o mi abogado.

—Nina.—la voz de Joe me llegó por detrás.—¿Estás lista?

—Pensé que no llegarías y no.—respondí con sequedad. —¿Cómo es que uno puede estar preparado cuando te están acusando de algo que no tiene principio ni fin? Sólo me pone un poco tranquila el que estés aquí.

—Todo va a estar bien. Además, tú padre acaba de llegar junto conmigo.—lo señaló.

—¿Dónde estará Barry?—pregunté un poco ansiosa.

—En la otra mesa, junto con otro abogado. Un amigo mío solo para apoyar.

—¿Y el mío?

—Aquí viene.—ambos volteamos hacia la puerta.—Bueno, me iré a sentar.—me dio un beso en la frente.—Suerte y te quiero.

Entró un hombre algo mayor de edad, su cabello era grisáceo, sus ojos eran de color miel y lucía un traje negro impecable. Detrás de él, venían Barry junto con el suyo, que igual ya era mayor de edad.

—Hola, Nina.—a pesar de que no sonrió, su voz me inspiraba confianza.—Soy Edward Miller y el día de hoy seré tu abogado.

—Hola.—fue lo único que pude decir.

—Tú padre me ha explicado todo, así que déjalo en mis manos. Lo único que quiero que hagas es, responder mis preguntas explicando lo que pasó ese día, ¿de acuerdo?—asentí.

Solo observaba cómo él sacaba hojas y más hojas de su maletín, intuía que todo eso Caitlin o mi padre se lo habían brindado como apoyo.

—¡Muy buen día a todos!-no creo que para todos, idiota.—¡Sean bienvenidos al juicio de la señorita, Nina Wells! La chica... que mató a nuestro héroe.