Capítulo 29

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—¡Cisco Ramón ha llegado!—gritó con todas sus fuerzas frente al enorme castillo de la Cenicienta.

—Cisco, compórtate. No estás en el laboratorio.—lo reprendió Caitlin un poco avergonzada.—Estás llamando la atención de todos.

—Caitlin, no seas tan Killer Frost aquí.—ella puso los ojos en blanco.

—Mejor vayamos al hotel para dejar nuestras cosas y poder almorzar todos.—indicó mi padre algo irritado por la situación.

Llegamos hasta el hermoso hotel que era nada más ni nada menos de la Sirenita. Hayley no se lo podía creer, tanto que deseaba correr por todos lados de la emoción pero por única ocasión, aquí estaba prohibido utilizar los poderes.

Ya estando en la habitación, los niños se cambiaron por ropa más cómoda al igual que nosotros.

—Mami ¿vamos a poder ir a la piscina?—abrió las ventanas para poder asomarse al balcón y admirar la increíble vista.

—Por supuesto, pero será luego princesa.

—Ya nos están esperando en el restaurante.—dijo Barry revisando su celular.—Vamos.

Bajamos de prisa hasta la mesa donde ya se encontraban ahí mi padre junto con Cisco y Caitlin.
Ya estando todos ahí, pedimos de comer platillos que tenían alguna característica de un personaje de Disney.

—Mi comida tiene a Mickey.—Cisco estaba más que encantado.

—El mío tiene al pato Donald.—le presumí como si de un concurso se tratara.

—Hasta tiene su traje azul.—se inclinó para verlo mejor.—Solo falta Daisy.

El resto nos miró con rostro de pena ya que nosotros estábamos en nuestra burbuja infantil en donde nuestro mayor sueño se volvía realidad con cada actividad que hacíamos.

~*~

Llevábamos un buen tiempo dando vueltas por el parque tomándonos fotos con estatuas, personajes o cualquier cosa que nos llamara la atención. Los niños venían con un gorro de Mickey y un par de juguetes.

—Los reto a subirnos a la montaña rusa más grande de aquí.—interrumpió la caminata y reímos ante la propuesta de Cisco.

—Basta, quiero disfrutar del lugar.—le reprendió Caitlin mientras congelaba con disimulo su helado que estaba a casi nada de derretirse.

—Aún estamos jóvenes para disfrutar cosas extremas ¿o no?

Hayley y Toby rieron divertidos por aquello que les había dicho su tío.

—Creo que deberíamos de hacerlo.—Barry cruzó de brazos.—No tardaremos ni dos minutos allá arriba.

—Me quedaré con los niños aquí abajo.—mi padre tomó asiento cerca de un banco con los niños, mientras cargaba a Lisa entre sus brazos.—Mi corazón ya no está para ese tipo de emociones.

Los cuatro nos encaminamos a la fila un poco larga para poder obtener un lugar en la atracción.

Pasaron algunos minutos y apenas la fila avanzaba...

—Desearía que pudiéramos pasar ya.—estaba un poco desesperada y los pies comenzaban a dolerme.

—Barry y Nina, deberían pasarnos hasta enfrente para...

Nuestras miradas se enfocaron a un grupo de policías que se dirigían al otro lado del parque de manera apresurada mientras gritaban para que les permitieran el paso.

—Creo que necesitan al team Flash.—miramos a Cisco de manera atenta.—No se preocupen, también empaqué los trajes, incluyendo el que confeccioné para ti, Caitlin.

Fast Enough -parte 3 |The flashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora