Capítulo 6

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Después de un día realmente lleno de emociones, ha llegado el "día deportivo".
Estaba más que ansiosa de poder llegar a esa inmensa piscina que me contó Shawna para poder olvidarme de todo esto por un momento.

Nos llevaron a todas en varios autobuses hasta ese centro deportivo, que estaba un poco lejos de la ciudad.

—Entonces, ¿vas a nadar?—me preguntó Shawna. Asentí.

—¿Por qué preguntas tanto?—respondí un poco irritada.

—Tengo que advertirte que Megan tiene el récord. Así que, procura en no meterte con ella.

—Prometo en no meterme en problemas.—alcé la mano en forma de juramento.

Al llegar, nos dividieron en grupos por deporte que se pueden practicar en este lugar.
Al entrar al área donde estaba la piscina, podía sentir esa adrenalina que cuando al correr.

¡Chicas acérquense!-dijo una oficial desde unas gradas.—Como saben, estas actividades se hacen de manera para convivir. Así que, hagamos un par de competencias. ¿Les parece?—todas asintieron.—Entonces, quiero a cuatro para comenzar.

Se alinearon cuatro mujeres, Megan entre ellas, por supuesto.
La oficial hizo sonar el silbato y la actividad empezó. Yo me quedé esperando en las gradas a que la mayoría pasara, no tenía ganas de competir, sino de nadar con libertad.

Vamos Nina, tú no has pasado.-dijo la oficial, así que no me quedó de otra que ir.

—Wow... una chica lenta va a nadar.—se acercó Megan junto con su séquito de pestes.—No deberías ni de hacer el intento porque quedarás en ridículo.

—Apuesto a que serás la última en llegar.—dijo otra mujer.

Basta ya chica. Déjenla en paz.—ellas retrocedieron.—Muy bien, a mi señal Nina.

Los comentarios de ellas, solo hicieron que se me ocurriera la brillantísima idea usar mis poderes debajo del agua.

El silbato sonó y me lancé al agua sin más. Comencé a nadar a una rapidez moderada, no quería que se viera demasiado obvio lo de mis poderes.
Al estar de regreso en la zona de partida, todas quedaron más que maravilladas, no se podían creer el tiempo que había hecho.

Veinte segundos.-la oficial no se la podía creer.—Has hecho un nuevo récord.

Estaba más que orgullosa de mí misma por haberle cerrado la boca a Megan y a sus amigas, aún sin importar lo mal que me estuvieran viendo en este momento.

Muy bien, ahora pueden nadar libremente.—la oficial se retiró.

Sin más, me volví a tirar a la piscina a seguir nadando.

~*~
Narra Barry

A pesar de estar aquí, no podía quedarme sin hacer nada. Así que subí hasta la parte de arriba del edificio, donde había una pequeña terraza que tenía una piscina y sillas para tomar el sol.

Hola, Barry.—ella estaba a la orilla de la piscina.—¿Cómo va todo?

—No estoy de ganas para hablar contigo.—dije sin un ápice de humor.

¿Por qué? Yo si deseo hablar contigo y por eso, te pregunté cómo estabas.

—Bien.—puse los ojos en blanco.—¿Qué haces aquí?

Vine a lo mismo que tú.—sin voltear a verme se tiró al agua.

Sin darle importancia a lo que ella hiciera, me dirigí hacia la orilla del edificio para poder observar desde lo alto, la hermosa vista que había ante mi. Este gusto lo adopté de Nina, ella ama hacer esto.

—Sabes, no está tan mal estar aquí.—di un gran suspiro.—¿Por qué no vienes...

Me giré para ver qué pasaba con ella y solo pude observar que seguía bajo el agua y que no se movía y eso me puso alerta.

—¡Nina!—me tiré al agua sin importar que mi ropa se arruinara.

La tomé y la saqué a la superficie; acto seguido comenzó a toser para poder escupir el agua que había tragado.

—¿Por qué no saliste? Se supone que eres buena nadadora.—sentí como mis mejillas se enrojecieron.—Además, eres como un espíritu, ¿cómo es siquiera posible que no sepas nadar?

No estaba ahogándome.—me corrigió.—Has estado aquí y no sabes aún lo que hago. Puedo castigarte y mostrarte lo que hacen las personas que más quieres.

¡Lo sé! Me muestras lo que hace Nina.—ella me miró con cara de "exacto, eso hago".—¿Nina se estaba ahogando?—me entró el nervio.

Estaba a nada de entrar en una crisis de ansiedad, cuando ella, me empujó de nuevo al agua.

—¿Por qué rayos hiciste eso?—esa acción me había hecho enfurecer.—¡No estoy para este tipo de bromas!

Nina está más que bien.-cruzó los brazos.—No tienes porque alterarte.—odiaba que hablara tranquilamente. Eso me hacía enfurecer más.

—Si pero, quizá necesita de mi ayuda.—salí con cuidado y exprimí el borde de la camisa que traía.—Por eso necesito salir de aquí.

Siempre dudas de ella. Dudas de sus capacidades, sus acciones...—comenzó a caminar hacia las escaleras.—Y hasta que no comprendas eso, no te dejaré en paz.

—¡No estoy para estos juegos ridículos!—grité exasperado.

—Ni yo tampoco.

~*~
Narra Nina

—¿Qué demonios te sucede?—dije recuperando la respiración.—¿Estás demente?—tosí un poco del agua que había tragado.

—Eso te pasa por meterte conmigo, asesina. Si no fuera porque nos esperan, te hubiera dejado más tiempo debajo del agua.—me soltó del cabello.—Si yo fuera tú, cuidaría de mi hasta cuando duermo.—se dio la media vuelta y se fue.

Salí de la piscina más que alterada, tomé mis cosas y me dirigí al baño para poder cambiarme de ropa.
Me apresuré para no tener problemas con la oficial.

—¿Cómo estuvo eh?—Shawna me abrazó.

—Perfecto.—sonreí falsamente.

—Creo que te olvidas de mi poder, Nina.—dijo sin mirarme.—Sabes que puedo estar en todos lados, no a la misma vez pero...

—Si estuviste ahí, entonces no hubieras preguntado.—respondí secamente.

—Lamento lo que te hizo pasar pero, simplemente no hubieras caído a su provocación.—alzó los hombros.—Eso lo aprendí igual a las malas.

—Bueno, prometo no volver a hacerlo para la próxima.—este "pequeño" regaño, me había dado en mi orgullo.

Y en la verdad, es que esto me había dado en mi orgullo. Ninguna otra cosa me daba más rabia que el no poder utilizar mis poderes para cerrarle la boca a quienes lo merecen.

—Cambiando de tema... mañana es el dichoso funeral ¿no?

—Si.-tocar ese tema me ponía mal.—Pero, aún necesito saber que ha pasado en la estación con lo del cuerpo.

—Quizá solo fue una simple broma, una de muy mal gusto por cierto.—hizo una expresión de horror.—Solo alguien de mente retorcida, podría pensar en algo así.

—Totalmente de acuerdo. Pero desgraciadamente, muchos andan detrás de Flash, que no me sorprende esto.—puse los ojos en blanco.—Hay toda una lista interminable de quienes podrían ser.

—¿Y quién crees que se lleva el primer lugar en esa lista?—me miró muy a la expectativa.

—Thawne.

Fast Enough -parte 3 |The flashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora