Vals

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Era un tres por cuatro

a las cinco de la madrugada

Sonando bajo mi almohada

con olor a tu tacto

y sensible a mi piel de marfil.

Seguíamos los pasos como unos profesionales

escuchando una melodia de piano

a la cual robamos el nombre

para no tener que herir

y huir.

Huir con el ritmo en los dedos

y los pelos como escarpias

resonando por los altavoces

de una habitación deshabitada

que deseaba tenernos entre sus mantas

para poder algo servir.


Era un tres por cuatro, y nosotros bailábamos aun dos por dos.

Llámame a OrgasmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora