Capítulo 19

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Luego que comimos y la pasamos bien con mis amigos youtubers, era el momento de volver a casa.
Pensé en irme a lo de mi familia pero no, prefería irme a mi departamento, ahí es donde vivo ahora.

Todos sugirieron llevarme en sus autos, pero no, decidí irme caminando.
Necesitaba pasar un momento a solas, y qué mejor que irme caminando sólo hasta casa.

El camino se hizo corto, en un lapso de 10/15 minutos ya estaba llegando al hall del edificio.

Me demoré unos segundos en abrir la puerta, esto sería difícil.
Entrar acá, dónde estuve todo este tiempo con mathias, y que ahora no esté, me es muy difícil.
Suspiré y abrí la puerta, ingresando lentamente hacia mi departamento.

Al entrar, todo estaba igual, tal como lo había dejado Mathias.
Miré para todos lados, podía sentir el olor a su perfume, pero quizás era mi imaginación. 

Me senté en el sillón, lo único que hice fue llorar, no podía parar de hacerlo, pensé en mandarle un mensaje a mathias, o llamarlo, pero sería inútil, el ya no quería saber nada de mí, lo extrañaba, mucho, es tan especial para mí.
Llegué a pensar que quizás no fue la decisión correcta, pero no podía no hacerlo, el me gustaba y no podía guardarlo, sería mentirme a mi mismo.

Luego de un rato, me paré frente a la pintura de mi y Mathias que había sobre la chimenea.
Sonreía como un tonto al mirarla, teníamos tanta química pero esto se rompió de un segundo a otro, y si, lo rompí yo, fue mi culpa, y eso me pone aún más triste.

Estaba ahí, parado mirando la pintura, en un silencio continuo.

- viste que lindo salgo en esa pintura bo? -. Alguien rompió el silencio, y si, era mathias.
Me di vuelta hacia donde estaba él, y no, no no sabía qué hacer, estaba ahí, parado como una estatua mirándolo fijamente.

El me miró a los ojos y sonrío, se acercó lentamente a mi y me abrazó.
Te extrañe - decía repetidas veces.

Mi respiración comenzo a acelerarse, estaba en shock no entendía que pasaba.
Yo no correspondí su abrazo, no sabía qué hacer, esto era tan extraño.

-Mathi que haces, pará -le dije con lágrimas en los ojos y separándome de él- que haces?

-Fede, por favor perdóname, necesito que hablemos- me dijo acercándose a mí nuevamente- dale.

Estaba nervioso, triste, avergonzado, nunca me había sentido así frente a mathias, no podía dejar de mirarlo a los ojos cuando me hablaba.

B-bueno, hablemos -le dije nervioso- no se que quería, no necesito que me siga lastimando.

El se acercó lentamente a mí, a tal punto que nuestras respiraciones se cruzaban agitadamente.
Me miró a los ojos y me dijo, vos también me gustas Fede, luego a eso me besó.
Sus labios eran tan suaves, llevó sus manos a mi cuello y continuó con el beso, yo le correspondí, necesitaba hacerlo.
El olor a su piel es adictivo.
Sentía hormiguitas por todo mi cuerpo, él realmente me encanta.
No quería que ese beso termine, no podía creer que lo estaba haciendo, estaba besando a mi amigo, al chico que me gusta y me gustó siempre.
Quería congelar este momento por siempre.

Al separarnos, el me abrazó fuerte y me besó reiteradas veces en la frente.

Fede, perdoname, perdoname por ser un cobarde -decía-, todo lo que me dijiste me había tomado por sorpresa, en realidad lo veía venir, pero nunca esperé que lo digas.
Y cuando me lo dijiste no sabía que hacer, así que me fui, no sé a pensarlo bien.
Y no creas que no me sentí un tonto, eso me afectó de igual manera que a vos, yo también pensé que me gustabas, y quise pensarlo, entenderlo, no es fácil, vos sabés cómo es todo esto, es difícil, de un momento al otro no podés cambiar definitivamente toda tu vida, yo me sentía atraído por vos, pero no se, siempre me habían gustado las minas, y la verdad es difícil, fue difícil.
Pero bueno, eso no es lo más importante, lo importante es que vos también siempre me gustaste, siempre intenté protegerte y buscar el bien para vos, sabes que sos tan especial que a veces te considero la mejor persona que conocí.
En serio, te quiero Fede.

Yo no sabía que hacer, escuchar a Mathi ser sincero con lo que me dice fue realmente hermoso.

No se que decirte -le dije-  lo que te dije el otro día era lo que siempre había querido que sepas, lo tenía guardado, me animé, te lo dije...
Te quiero Mathias sellanes, no me salen las palabras.

Mathi: no es necesario que digas nada, bobito.

Fede: bonito dijiste? -Bromeaba.

Mathi: Sí, bonito dije. Sos lo más bonito que conozco y que conocí en toda mi vida.

Toda esa noche la pasamos juntos, no podía creer que todo lo que había deseado se haya cumplido tal y como quería.
Es que a veces lo que deseamos atraemos.

No podemos evitar nuestro destino, y si, mi destino era estar con mathias y así fue, estoy con la persona que tanto me gusta, y que ahora sé, que tanto gusta de mí.

quizás no era la decisión correcta                              Donde viven las historias. Descúbrelo ahora