Capítulo 6

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Cerré los ojos con fuerza y sentía mi cuerpo extrañamente acalorado, experimentando algo que nunca antes lo había hecho y a decir verdad, me sabía demasiado extraño. Era agradable, sí...pero aún así no podía entenderlo bien. Sus caricias en mi espalda se sentían bien al igual que su cercanía.

Dios! Estaba pegado al cuerpo de Victor, tan cerca que podía escuchar su tranquila respiración, disfrutar de su calidez, sentirme protegido entre sus brazos. Una impresionantes ganas de llorar se apoderaron de mí, el recuerdo de mi abuelo me volvía a invadir, solo él me hacía sentir seguro cuando me abrazaba.

Y ahora era igual...pero a la vez demasiado diferente. Este hombre me producía algo que no entendía bien qué era y claramente no me desagradaba pero había en él algo más que me intrigaba. Ahí iba otra vez, a un estado de horrible confusión y mucho temor.

Me puse a temblar y él lo notó de inmediato...

–Yuratchka? -me observó con extrañeza-

Al escuchar pronunciar ese nombre, abrí los ojos para encontrarme con su profunda mirada celeste. Entonces fue que lo recordé todo y me llené de la más terrible vergüenza.

De inmediato, mis mejillas se pusieron rojas y me aparté con prisa de su cuerpo girando en la cama y dándole la espalda para no tener que enfrentarme a su presencia. Me acurruqué en mi lugar en posición fetal...me sentía completamente abochornado.

¿En qué demonios estaba pensando para actuar de esa manera? ¿Cómo fui capaz de decirle esas cosas tan indecorosas? ¿Qué va a pensar de mí ahora?

Un montón de preguntas me asaltaban, una tras otra sin cesar. Coloqué mis manos en mi cabeza reprochándome por tan irrespetuoso accionar. No podía modular una sola palabra coherente, quería que me tragara la tierra en ese preciso momento.

–Yuratchka? -se acercó a mí provocándome un sobresalto-

No me gustaba que me llamara de esa manera, mi abuelo me decía así también pero ese ser odioso e incotrolable ser que habitaba en mí tomó ese nombre para lastimarme a propósito...

–Tú también me cambias el nombre ahora? -pregunté decepcionado-

–Es que tú me pediste que te dijera así hace unos minutos. No lo recuerdas?

Suspiré. Ya entendí como iba la cuestión...no valía la pena estarlos condicionando a él y a ese otro tipo que me llamaran de una forma u otra. No quería otro foco de conflicto, así que me resigné...

–No lo recuerdo bien pero pierde cuidado, llámame como quieras

–Te encuentras bien? -preguntó- Ya no quieres que me acerque tanto a ti? O prefieres que me vaya

–No...no quiero que te vayas. Quédate esta noche conmigo, no quiero dormir solo -contesté- Pero será mejor que no te acerques tanto...yo...no sé lo que hago de repente. Por favor, disculpa lo de hace rato...en verdad no era yo

–No te preocupes. No estoy molesto ni nada...pero será como quieras, no me acercaré. Solo quiero que estés tranquilo y te sientas cómodo.

"Cállate, imbécil!!! Lo vas a arruinar todo. Cállate porque te irá peor, la próxima no será un simple corte en la mano!!!"

–Déjame en paz...deja de hacer esas cosas... -murmuré en respuesta a esa voz que me martirizaba-

–Mira...si te molesta que esté aquí, yo...--

–Nooo!!! -lo interrumpí desesperado- No te lo estoy diciendo a ti sino a él... -lo miré con una gran angustia-

Me observó sin comprender muy bien pero pudo notar que estaba peleando contra "algo" al ver mi estado de alteración...

–Yu...Yuri... -me llamó titubeando-

Sí, ese era el nombre por el que me gustaba me llamara. Me gustaba mucho como se escuchaba pronunciado por él, hacía que se me pusieran los pelos de punta. Lo miré enfrentando su intensa mirada...me sentía eclipsado...

–No tienes nada que temer -sonrió- Nada va a pasarte mientras yo esté aquí. Confía en mí, por favor

Sus palabras hacían mi corazón rebosar de alegría, eso era algo que hace tiempo no experimentaba. Me transmitía tantas cosas que no podía canalizar...en verdad tenía ganas de confiar en él pero a la vez, no quería hacerlo, me producía recelo de mí mismo.

–Está bien -respondí con timidez-

Era impresionante como el hecho de estar en su compañía lograba reconfortarme tanto. Me dí cuenta que le había tomado afecto a Victor, no obstante...sentía pánico al pensar que podía llegar a aferrarme a eso y terminar perdiendo.

Me recosté finalmente aunque no quería repetir lo de hace rato; pensar que podía volver a hacer algo tan vergonzoso, me hacía sentir muy mal. Sin embargo pude dormir bien esa noche, tuve un sueño tranquilo y reparador.

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A la mañana sigunte, Victor se levantó temprano y me dejó durmiendo. Se había marchado dejando al tonto de su compañero a mi cargo, éste preparó el desayuno como siempre y luego fue a despertarme...

–Yuri...Yuratchka...como sea que te llames. Despierta, es tarde... -me movió un poco-

–Mmm? -abrí los ojos lentamente-Me quedé mirándolo un momento y me alarmé un poco...

–Victor? Dónde está Victor?–Tranquilo, él se fue muy temprano en la mañana -respondió-

–Por qué se fue?

–Porque ya terminó su turno, recuerda que le toca estar aquí por las noches -explicó- Sé que él te agrada mucho, a decir verdad...a mí también -sonrió-

Para nada me gustó escucharle decir eso. Salí de la cama y fui al baño sin decirle ya nada. Demoré en el sanitario lo más que pude para no tener que verle la cara pero no pasó mucho para que venga a fastidiarme...

–Todo bien por ahí? -golpeó la puerta-

–Ya salgo -respondí-

Me lavé la cara para tratar de desperezarme por completo y finalmente salí de allí, me lo encontré ahí cerca de la puerta...vigilando que no hiciera alguna barbaridad y tras aquello, bajamos a desayunar al comedor.

Me puso en frente un tazón de cereal con leche aunque realmente no tenía apetito, por alguna razón se me había pasado después de escucharlo decir eso que me produjo tanta molestia.

Vio que me terminé todo lo que me sirvió...

–Quieres más? -preguntó-

–No. Pero quiero que me respondas algo... -lo miré con desconfianza-

–Tú dirás?

Después de unos segundos de silencios, reuní el valor y me atreví a formular mi pregunta...

–Victor y tú están juntos?Lo observé acusadoramente...pude notar el rubor en sus mejillas, su tonta sonrisa y el modo en que me esquivaba la mirada. La demora en su respuesta empezaba a irritarme...no sé si debí preguntárselo, ya me estaba dando mala espina.

Love me (not) - [Victurio]Where stories live. Discover now