Capítulo 23

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Lo peor que me había ocurrido fue saber que Victor correspondía a los sentimientos de Yuri. Cuando se lo dijo lo primero que hice fue aparecer al día siguiente y hacerle saber lo inconforme que estaba con semejante estupidez; claro, a mi manera.

–¡Yuratchka, tranquilízate!- gritó Victor cuando vio que estaba a punto de lanzarle mi computadora portátil encima -¡déjame que te explique las cosas!-

–¡¿Qué me vas a explicar, Victor?! ¿que me dices que me quieres y después vas y le dices lo mismo al idiota de Yuri? ¡ya solo falta que te quieras acostar con él!, ¡pues bien! ¡¿qué te parece si yo me acuesto contigo y con Georgi y con el cerdo de una maldita vez?!-

–¡No Yuratchka! ¡no es así como son las cosas!-

–¡Entonces dime cómo mierda son!-

–Escucha... ¿puedes bajar eso y calmarte, gatito?-

–¡No me llames...!- me sostuvo con fuerza y me quitó la computadora, para después besarme -¡suéltame Victor!, qué maldito descaro el tuyo-

–Escucha, si amo a Yuri- me acarició el rostro al ver que estaba a punto de llorar -pero eso no significa que no te ame a ti. Voy a explicarme mejor. Aunque no te guste aceptarlo, tú eres parte de Yuri así como él es parte de ti-

–Claro que no-

–Claro que si. Si no amara a Yuri no podría amarte a ti y si no te amara a ti no podría amar a Yuri, ¿lo entiendes, gatito?- volvió a besarme y me tranquilicé un poco. Aún así no estaba dispuesto a compartir a Victor ni siquiera con Yuri, ya me encargaría de él con la ayuda de Georgi. Por el momento me convenía mucho más mantenerme supuestamente dócil, no quería que sospechara.

Mientras que llegaba el momento de vengarme de Yuri, alguien más me las pagaría, descargaría todos mis celos y mi ira con aquél imbécil de Leroy, asesino de mi abuelo.

Georgi me tomó confianza suficiente debido a mi supuesta "mejora". Lo que en realidad estaba sucediendo era que estaba furioso por las estupideces de Yuri y más aún por el modo de actuar de mi Victor, por lo tanto, mi comportamiento se volvió mucho más serio que lo habitual y toda esa energía negativa la canalicé en mi venganza contra Leroy; por eso Georgi suponía que me encontraba tranquilo, pero en realidad solo estaba pensando y pensando, una y otra vez. Pasaba mucho tiempo ideando, en silencio, cuál sería la mejor venganza y concluí, después de mucho pensar, que nada sería suficiente para cobrarme por la muerte de mi abuelo, la única alternativa era pagarle con la misma moneda.

Lo planeé cuidadosamente, debía esperar a que Victor se quedara dormido y tener listo todo lo que necesitara sin resultar sospechoso. Por supuesto que tendría que tratarse de una muerte que me dejara en el anonimato, no podía arriesgarme a que hubiera un solo testigo visible ni por error o todo se vendría abajo.

Me di cuenta que en el sótano de mi casa, en la bodega de mi abuelo, aún estaban las herramientas y combustibles que él siempre guardaba para cuando salíamos de viaje. Descubrí esas herramientas una tarde que bajé a buscar al gato y me quedé un rato mirando todo aquello en silencio mientras escuchaba a Georgi preparando la comida. Tenía que pensar rápido así que, después de mucho analizar, finalmente decidí lo que haría.

Esa noche, cuando Victor volvió, me pareció que se había preparado especialmente para mí. Llevaba su uniforme pero debajo de la bata y el pantalón blancos, escondía ropa negra bastante ajustada. Resultó que finalmente podíamos volver a tener intimidad y por supuesto no me hice esperar; cada vez las cosas iban resultando mejor.

Love me (not) - [Victurio]Where stories live. Discover now