Capítulo 24

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Me sentía tan consternado que estaba por hiperventilar; la impresión y el sentimiento de culpa que me invadían eran inexplicables. Una fuerte opresión en mi pecho se hizo presente y todo parecía darme vueltas; enterarme de la trágica noticia fue lo peor que pudo pasar esa mañana.

Una vez más me corroía el miedo extremo, tanto que mi primera reacción fue meterme bajo de la cama y acurrucarme allí, abrazando mis rodillas, temblando como una hoja y llorando preso de una tremenda desesperación.

Me había dado cuenta de la magnitud de aquella desgracia que ocasionó Yuratchka la noche anterior, había acabado con la vida del asesino de mi abuelo y sus cómplices tras planearlo muy bien.

Con razón se puso tan feliz al ver las noticias y corroborar que todos los ocupantes de aquella casa murieron quemados. No podía creerlo...en verdad llevó a cabo su horrible cometido y con eso se convirtió en un asesino y por consiguiente, también yo.

De a poco empecé a recordarlo todo muy claramente, fuego, humo, los gritos desesperados de quienes estaban en el interior de la vivienda, los pedidos de auxilio ante la imposibilidad de escapar y luego al mismo Jean Leroy siendo atrapado y consumido por las brutales llamas.

Había presenciado su espeluznante final de ese miserable y el cínico de Yuratchka no hacía más que reírse al verlo morir de esa manera lenta y monstruosa. Pero lo que en serio me hacía sentir mal era saber que de seguro ahí también murieron los pobres hermanos menores de JJ que vivían en esa misma casa y ellos nada tenían que ver con la infamia que él cometió...

—Cómo pudiste, Yuratchka? -susurraba mientras sentía las lágrimas casi quemar mis ojos- Mataste a personas inocentes, en verdad eres un monstruo!!!

Podía escucharlo difusamente burlarse de mí y de mis reclamos y a también reírse como un desquiciado ante su calamitosa hazaña. No podía comprender como era capaz festejar semejante desgracia, en tanto yo no podía hacer más que lamentarme, padecer el pesado y terrorífico peso de mi conciencia que no me dejaba en paz.

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Permanecí bajo mi cama durante horas, había quedado en verdad traumatizado. No sé cuanto tiempo estuve allí pero al llegar la hora del almuerzo, Georgi vino hasta mi habitación para avisarme que la comida estaba lista...

—Yuratchka, es hora de almorzar -dijo entrando al lugar discretamente-

No hubo respuesta alguna de mi parte aunque lo escuché a la perfección. Georgi se sorprendió al no hallarme a la vista de manera inmediata, pudo ver el baño abierto y se asomó lentamente allí también, ya que no escuchaba ruido alguno.

—Yuratchka? -insistió-

De nuevo, no recibió contestación así que se metió al baño por completo pero tampoco me halló en ese sitio. Se sintió confundido y volvió a la habitación cuando me escuchó sollozar; suspicaz y ágil como era, no lo costó mucho darse cuenta de donde provino el sonido y se agachó a verificar...

—Pero qué estás haciendo ahí? -preguntó-

Me encontró con posición fetal, con los ojos todos inflamados y la mirada perdida...

—Yuratchka...ven aquí -me llamó-

—Déjame -murmuré-

—No entiendo, deja de jugar...vamos a almorzar ya -extendió su mano para tomarme del brazo

De inmediato, me aparté de él y de su agarre...

—Nooo!!! No quiero salir de aquí...vendrán por mí y van a llevarme a prisión!!! -le dije todo preocupado- Te juro que no fui yo, fue él...-- -callé de golpe-

Love me (not) - [Victurio]Where stories live. Discover now