Desde el cielo...

Siete

No me maten, por favor. Tuve algunos problemas de inspiración y luego, mi madre cumple el 7 de mayo, luego el 10 es día de las madres... y más problemas emocionales, hacía episodios sin una pizca de gracia. Eran horribles, los borraba a cada rato...

PERO me ha ayudado mucho una historia y quiero recomendarla:

ETERNA AMISTAD de FlyByrdy.

Me ha dejaod impresionada, es mejor que muchas escritoras, la buscan aquí. Es una preciosidad de escrito, capítulos laaaaargos, un tesoro, en serio. Vayan, léanla y digan que van de mi parte ;) Nomás para que me note, es que en serio es una diosa del NaruSasu, les va a encantar. Se los juro.

Y pues, aquí les dejo una actualización. Gracias por esperar tanto tiempo, por recomendarme y seguir dándome oportunidades. Muchas gracias, chicos y chicas.

Una ofrenda de paz... 

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La locura que llevamos a todos lados solo puede verse cuando la incitamos. Si hay personas que la revelan por mayor tiempo, que se sepa, es porque nosotros en nuestro egoísmo no permitimos que la acepten, buscamos ser especiales no siéndolo. Ser invisible es ley elemental si quieres sobrevivir, por eso, cuando veas a un loco, has de tener en cuenta que estás en presencia de la revolución.

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Miró los dedos de sus manos, los escondió cuando el sacerdote se sentó a su lado y alisó la tela de su sotana unos segundos antes de mirarle y sonreír un poco, como agotado o desilusionado. Aun así, en silencio, la presencia del sacerdote no terminaba de agradarle, estaba siendo muy peligroso eso de tener ataques de honestidad cuando él llegaba. Debía subir la guardia.

Su orgullo estaba en juego.

-Dice la señorita que el psicólogo está ocupado, dattebayo... -susurró aclarando el porqué de su mueca. Sasuke mismo sintió una desilusión con eso, era su pase a la libertad, solo podía confiar en ese sujeto. -¿Es necesario que sea él? –preguntó de nuevo, nervioso, quizá estresado; no le afectó al Uchiha, era su problema por andar de buen samaritano. –A veces nos cegamos creyendo que solo hay una manera y...

-¿Tu le rezas a otros dioses?

-No. –Ya sabía para donde quería ir Sasuke y mejor dejó el tema. -¿De dónde lo conoces, tteba? ¿Es acaso un familiar o amigo? –lo vio negar incómodo por la cercanía pero no tenía muchas opciones, Sasuke hablaba tan bajito y la sala de espera exigía silencio. -¿Entonces? ¿Algún maestro?

-Lo vi en televisión.

-¿Ah? Ya entiendo... es necesario para que te de un autógrafo...

-¡¿Qué clase de estupidez es esa?!

-Señores, les ruego, silencio. –dijo la secretaria, una dama de treinta años, seria y con aspecto sombrío.

-¿Entonces por qué lo elegiste a él? –cuestionó luego de unos segundos del regaño, esperó paciente mientras el Uchiha miraba sus uñas de nuevo. Se las mordía, apenas rozaban la punta del dedo, estaban deformadas.

Cerró la puerta de su casa, sus ojos estaban llorosos mientras se adentraba a la sala de estar. En su hogar, estaba acostumbrado (casi reglamentado) avisar personalmente que habían llegado sanos a casa. Los escuchaba cerca, se talló el rostro y respiró hondo para fingir.