Dieciséis

2.5K 285 371
                                    

Les pido una disculpa por toda la espera. 

Este capítulo me lo dedico a mi, sí, sé que suena muy estúpido o bastante egocéntrico o quizá encuentren otra palabra para esto pero igual me atrevo porque me siento en familia con ustedes. Me he sentido muy enferma del corazón, de los sentimientos, he tenido que superar algunas cosas que me han hecho desmoronarme y apenas me estoy reconstruyendo. Ustedes son parte de mis herramientas y nunca me cansaré de darles las gracias por todo. Pero esta historia no me sale de la cabeza sino de otros lados, de mucha espera por las palabras adecuadas, es diferente, es muy ajena a mí. Y las palabras para este capítulo parecen ser hechas para mí. 

Aun así, no dudo que a alguien más le queden, porque a todos nos ha pasado seguramente lo que vive Sasuke o lo que vive Naruto. Espero que se entienda lo que yo entendí. 

Les mando un abrazo fraterno y espero poder merecer su cariño todavía. 

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Bebió subiendo la cabeza hasta que la nuez de adán se mostraba con presunción en su garganta, la botella de agua quedó vacía e incluso se hundió un poco por el vacío de aire que acarreo el último trago que le dio; se le escapó un hilillo de agua de su boca y se limpió con la muñequera que traía. Su pecho subía y bajaba, hinchándose en el cansancio físico que inhibía por segundos al mental.

Movió su cabeza y tronó su cuello mientras caminaba con pesadez, sus talones dolían a cada paso. Se sentó en el pasto de aquel parque al que no habían ido desde el ataque a Karin, estaba próximo a amanecer pero las sombras de la madrugada aun le cobijaban robándole la miseria de su estado actual.

Su espalda tocó el pasto mientras se tallaba los ojos haciendo una mueca de estrés y mal humor.

-Mira... el cuerpo es un templo porque con él resucitarás... ¿comprendes lo importante que es no maltratarlo?

-No lo hago, Menma. –le contestó a la imagen mental de su hermano, que descansaba a su lado, sentado con aquella Biblia antigua. –Tengo problemas graves.

-¿Por verme? Es tu imaginación, sólo piénsalo así.

-No, por... otras cosas.

-Sasuke.

-Lo malo de imaginarte yo es que sepas todo esto. –se sentó cabizbajo, meditabundo, el silencio le apoyó para pensar. –No he mandado esa carta pero... cada vez pienso que es lo mejor.

-A veces creemos que podemos hacerlo solos... y preferimos decirle a Él "hey, haré esto, ayúdame" y no está bien, lo sabes. Desde muy chico, lo sabes.

-Sí... Robbie Williams lo dijo...

-¿Qué?

-"Me senté y hablé con Dios... y Él se rio de mis planes" –citó con un dedo alzado recordando la letra. Miró a su hermano. -¿No te gusta Robbie?

-¿Entiendes que por culpa de esta clase de comentarios, no te ven como una autoridad religiosa?

-Bah. –se negó recostándose de nuevo. Miró el cielo gris y sintió el frío de las últimas horas de vacío que le daban un poquito de paz. Cerró los ojos con la calma que su alma siempre le obligaba a tener, se quedó dormido ahí, tirado en el suelo de un parque donde la gente se iba acercando.

Pasaron unos ancianos en su caminata matutina.

Pasaron adolescentes en su rutina de ejercicios.

Pasaron personas charlando que sólo lo tomaron como un sujeto relajándose en el pasto.

Pasó un perro y le metió la lengua en la boca.

Desde el cielo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora