Capitulo I

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Desesperadamente luchaba con cada botón de su fina camisa blanca, ya que el traje de Armani negro, me había sido fácil de quitar por ser toda una experta.
En cambio él me soltaba el cabello de la cola de caballo alta que llevaba.

- Tienes un cuerpo exquisito Khloe, me fascinaste desde el primer momento en que te miré. - Sus manos traviesas recorrían mi cuerpo completo deteniéndose un poco en mi trasero y apretujandolo más de la cuenta, incendiando así mucho más las ganas que tenía por este hombre.

- Tu me calentaste en el preciso momento en que cruzaste las puertas de mi oficina. Tienes el mejor culo de todo new york. - Terminé mi frase mientras tiraba su camisa en uno de los sofás de la habitación.

Sus labios se posaron en el borde de mi clavícula enviando una corriente de excitación a mi centro, su barba de dos días me daba una exquisita sensación en mis senos mientras sus suaves y firmes labios recorrían el resto de mi cuerpo.

Estaba acostada sobre mi espalda mientras me daba un exhaustiva expedición en mi sexo y Dios, este hombre era una serpiente completa con esa lengua encantadora.

- Oh! Sii Ben... Que delicia, pero te necesito dentro de mi o moriré. - Le tomé del cabello y lo hale sin ningún cuidado.

- Tus deseos son ordenes mi hermosa dama. - Habló mientras subía su cuerpo con uno de los roses más sensuales, en cambio depositaba sus cálidos labios sobre los mios sintiendo mi propio sabor.

Suavemente introdujo su grande, duro, terso y sensacional miembro en mi interior, haciéndome llegar a la galaxia entera. Su empuje fue lento pero muy fuerte. Un jadeo se filtro entre mis labios y no pude contener las ganas de ensartar mis uñas en su duro trasero y pegarme más a su empuje que me hacia llegar a lugares de éxtasis.
Los movimientos de cadera de este hombre eras sensacionales y me tenían perdida.

- Vamos Khloe, dejate venir para mi. - Un jadeo de pasión y placer se filtro entre sus palabras.

Sus dulce voz cargada de deseo fue el detonante para dejarme ir en uno de los mejores orgasmos de mi vida.

- Ahhh! Bennn Dios... - Ensarte mis uñas en sus brazos mientras mi espalda se arquea por el efecto Orgasmo, cuando en ese momento le escucho gemir y decir mi nombre entre el hueco de mi cuello y hombro.

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La luz de la mañana en mis ojos me hizo abrirlos de inmediato y darme cuenta que ya era muy tarde. Busqué mi reloj en la mesa de noche y solo encontré el reloj Fossil de Ben, el cual marcaba las siete con seis minutos.
Así que me dirigí de inmediato al cuarto de aseo, abrí el frigorífico de la ducha para tomar una antes de irme. Cuando de repente siento sus manos en mis caderas y depositando un beso en mi hombro derecho.

- Buenos días Abogado. Qué tal su noche?. - Hablé con una de las sonrisas más tontas en el rostro, girando para verle esos penetrantes ojos azules.

- Buenos días Mercadologa sexy. Tuve la mejor noche de mi vida, hasta el momento. Y la suya?. - Me tomó de los bordes de mi mentón depositando un dulce y suave beso en mis labios.

- Mejor que cualquier otra en la historia. Pero ambos debemos llegar a nuestros puestos de trabajo cuanto antes. - Apresuré en decir.

Con la mejor sonrisa de seducción que Ben Folleman sabía dedicar en sus momentos al lograr su objetivo, se apoderó de mis caderas introduciendo el cuerpo de ambos en la ducha y enganchandome en él, me beso muy fuerte antes de ir penetrandome lentamente, haciéndome gemir de placer. - Ahh... Eres un insaciable Ben, no te bastaron las tres veces que lo hicimos toda noche?. - Cuestioné mientras dejaba escapar un gemido de placer y Ben arremetía sus embestidas con mucha fuerza y velocidad.

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