KO'S

Capítulo VIII

Montamos al auto cuando llegó en nuestra búsqueda, después de seguir a Sofía hasta el aeropuerto y serciorarce de que ella abordara un avión rumbo a New York.

Nadie mencionó una sola palabra al respecto. Y Nate era una estatua fría y rígida. Nunca le había visto de tal forma. Y en base a eso, no sabía como manejar la situación.

- Yo soy la única culpable de esto. Así que hablaré con Sofía y le diré absolutamente todo.

Nate por primera vez desde que abordamos el jet y despegamos de Chicago me dirigió la mirada.- Los tres tenemos un grado de responsabilidad al respecto. Y los tres tenemos que hablar con ella.

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Sofía.

Nunca había sentido este tipo de dolor profundo y desgarrador en mi vida.
Mis únicas amigas y el chico que siempre he querido me habían tendido una trampa. Me habían armado un estúpido juego de rompecorazones de los cuales son expertas. Y mi pregunta es; por qué? He tratado de ser la mejor amiga para ellas desde que les conocí.
En el momento que April llegó a mi recién inaugurada clínica veterinaria después de graduarme.
Recuerdo estar errando con llaves a las nueve de la noche, cuando aparcaron velozmente frente a mi y saliendo del auto una desesperada April con su gato Fifi en brazos, estaba inconsciente por que un idiota lo atropello en un momento que se escapó del piso de April.
Esa noche me pagaron una suma considerablemente enorme, tanto para cubrir mis gastos de la clínica por dos meses completos, con tal de salvar a su hijo, ya que así le quería. Al final Fifi todavía vive, está muy sano y soy su madrina veterinaria. Desde entonces nació la sincera amistad entre las tres.

Para mí, estar con ellas siempre ha sido como un día cálido en la playa, porque April es sol, fuerza y vitalidad. Khloe es océano, apacible e inspirador. Eran la mezcla perfecta y agradable de amistad. Todo el contraste de lo que soy.
Al inicio, decían que si ellas eran Sol y océano. Yo era la luna, dulce, tranquila y reconfortante. Mientras ellas me llenaban de fuerza y vida, yo les llenaba de paz y tranquilidad. Y así hemos sido amigas durante cinco años.
Por ello nunca creí que llegarían a verme como un juego más a su colección.

En cambio Nate, tanto tiempo amándole en secreto. Un chico que desde el instante que supe de él y su historia, me conquistó.

Sus palabras, sus miradas, la forma de hacerme suya durante estos días. Pensé que eran porque en verdad le interesaba e íbamos en algo serio. No porque estaba recibiendo una remuneración por ello, para luego reírse junto a Khloe y April de lo estúpida e ingenua que fui al caer tan fácilmente.

El avión está arribando al aeropuerto John F. Kennedy y las palabras de las aeromosas acerca de los cinturones de seguridad y demás indicaciones me hacen pensar a donde iré. En este instante no quiero llegar a deprimirme más y toturarme en mi departamento. Tampoco quiero ir a visitar a mis padres y preocuparles al respecto.

Justamente en el momento en que salgo por uno de los pasillos y enciendo mi celular empiezo a bloquear a las tres personas innombrables en mi vida en estos momentos, no quiero tener la más mínima comunicación con ellos, no merecen la pena.
Al momento de terminar de bloquearles de todas mis cuentas sociales y del teléfono. Tomo asiento en una de las salas de espera del aeropuerto, en mi búsqueda mental de donde ir sin tener que verles y me encuentren.

Así que una llamada que menos esperaba encendió la pantalla de mi celular.

Llamada de
EDUARD #$%%&

Sí, lo sé. No debería ni tener su número registrado. Es más, debería estar bloqueado. Pero siempre que llama y aparece su nombre con los signos a la par me imagino una ofensa diferente.