Capítulo XVIII

12 2 0
                                    

Un muro perimetral estilo victoriano de más o menos seis metros de alto, se abre paso ante mi visión.

En cambio dirijo mi atención al rostro serio de Ben, quien se encuentra concentrado en la carretera sin ningún tipo de demostración emocional al respecto.

Se a la perfección que esa seriedad es porque he decidido traer a Pither para protegerme, a pesar de haber discutido que la mansión tiene su equipo de seguridad personal y la familia también, no me hizo abandonar mi elección. Ya que soy muy terca y más que yo, lo es Pither; el cual no cedió ante la idea de que tuviera que venir sin ninguno de ellos. Así que a lo más de acuerdo que pude llegar a negociar con el y con Jared, es a que por lo menos pudiera venir solamente Pither, de un momento a otro Jared se sentía indispuesto para realizar dicha tarea. En el fondo se perfectamente que es por que siente algun tipo de celo al respecto.

Al parecer por lo que ahora puedo notar no fue del completo agrado para Ben. Además, no me interesa si le agrada o no. Creo que no estoy recibiendo nada por ayudarle en esta farsa, así que las decisiones que yo tome dentro de la misma debe de aceptarlas y agradecerme en verdad por seguir con el plan.

Suelto el cinturón de seguridad y me siento de una forma en la cual veo directamente a Ben. - En verdad vamos a pasar el fin de semana de ésta forma?.

Me dedicó una mirada lasciva por un segundo para luego parar en la entrada principal del lugar. - Dicen que las discusiones de pareja son el mejor ejemplo para demostrar que ambos están en una relación.

- Bienvenido Joven Folleman. - Habló un hombre por medio del alta voz que se encontraba en la parte izquierda de la entrada, la cual tenía una cámara de seguridad integrada. La mano de Ben salió por la ventana en modo de saludo.

Los enormes portones de madera con el escudo de la familia en medio de cada uno, empezaron a abrirse para darnos pase.

Tomé una respiración profunda y volví a acomodarme para en frente del asiento. - Bueno, si eso es lo que tu deseas. Así será. Que conste yo no obtengo nada de esto. - Me acomodo el cabello en una coleta y me fijo por el vidrio retrovisor si Pither entró justamente detrás de nosotros.

Creí que al pasar las enormes puertas de madera en la entrada nos encontraríamos con la mansión, pero esto no fue así. Un bosque denso y lleno de flora se adueño de mi atención por completo.

Presioné el botón para bajar el vidrio del lamborghini y así poder sacar la mitad de mi cuerpo y apreciar mejor el paisaje boscoso que se adueñaba de la entrada de la propiedad de los Folleman.

- Es increíble.

- Si que lo es. -
Desvíe un poco mi atención del paisaje y me adentre nuevamente para dedicarle una sonrisa de asentimiento a un Ben sonriente.

El sonido de un mensaje entrante me hace tomar mi móvil y revisar.

De: Pither.
Señorita Oconaill, podría entrar al auto por favor. En esa posición es un blanco fácil hasta para un novato.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro antes de volver a sacar la mitad de mi cuerpo por la ventana y girarme para quedar frente a la Suv blindada de Pither.

- Disfruta un poco de la naturaleza Pither. Esto es algo que no logras ver todos los días en New York. - Mi garganta terminó doliendo después de haber gritado de esa forma para que pudiese escucharme mi guardaespaldas. Situación de la cual solo logré recibir una sonrisa con una negación en respuesta.

Volví a entrar al auto ya que estábamos a pocos metros de la mansión la cual era en pocas palabras asombrosa.

- Debería ponerme celoso de ese guarda espaldas?.

KO'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora