KO'S

Capítulo XIX

Desperté producto del reflejo del sol que brillaba intensamente en toda la estancia, aparté un mechón de cabello de mi rostro y tomé asiento en la orilla de la enorme cama.

Tomé una respiración profunda y después de exhalar me giré un poco para observar el cuerpo desnudo de Ben que se encontraba tendido en el espacio restante de la cama.
Una sonrisa divertida se dibuja en mi rostro adormilado producto de los recuerdos de la noche anterior, los cuales empiezan a inundar todo mi cerebro.

La euforia con la cual me siguió después de retirarme de la mesa, y la forma de agradecer como les puse a todos en sus lugares me hizo sentir que al final de todo, era un sacrificio que valía la pena.

— Gracias Khloe. Gracias. Siempre supe que serías la mejor elección para ayudarme. —

Está de más recordar la forma brutal y visceral en que me tomó después. Fue una de las sesiones de sexo duro más pasional que pude llegar a tener.

Un pequeño gesto de molestia se cuela por mi rostro al sentarme en el váter y empezar a orinar. Aún sentía mis partes un tanto hinchadas y sensibles por todo el sexo de anoche. Pero era un dolor que me hacía recordar lo excelentemente bien que la pasé.

Ingresé en la ducha y decidí tomar un baño con agua tibia. Mis músculos agradecieron de inmediato cuando el agua empezó a recorrer todo mi cuerpo haciendo que me relajase por completo y empezara a tararear na canción.

— Parece que alguien despertó de buen humor. — La voz de Ben al otro lado del cristal de la ducha me hizo sonreír y dejar aún lado mis dotes artísticos como cantante.

Sí, no lo voy a negar que cuando estoy de buen humor me gusta tomar una ducha y cantar canciones de mucho sentimiento mientras lo hago. Esta no sería la excepción... Crazy de Aerosmith era la melodía que salía de mis labios a todo pulmón. Así que no medí si dichos gritos despertarían al bello durmiente o a todos los demás en la mansión.

— No te equivocas. Tu trabajo de hace unas horas atrás han liberado en mi organismo la cantidad suficiente de dopamina y serotonina para estar relajada durante toda la semana. — Una risa nasal acompañó mis palabras para luego escuchar la voz grave y gruesa de él riendo ampliamente tras mi comentario.

— Si gustas puedo darte otra dosis para que te dure el mes completo. —

Escucharle tras de mi solo hizo que diera un respingo y me girase para verle ese rostro risueño con el que me admiraba de pies a cabeza.

— Puede. — Le Sonreí descaradamente. — Pero  hoy no. — Concluí deteniendo su acercamiento con mi dedo índice. — Me has dejado lo suficientemente hinchada para no tener sexo en todo un año. —

Me abraza y se pega a mi cuello, sintiendo su respiración cerca de mi oreja. — Te daré tregua por el resto del día. — Muerde el lóbulo de mi oído para luego apretujarme el trasero. — Pero hoy por la noche no habrá rincón donde no piense follarte. — Movió su lengua lentamente sobre el contorno de mi cuello y clavícula enviando varías descargas de excitación a mi centro.

— Eres un maldito idiota sabes. — Confesé con una sonrisa retorcida.

Me observó juguetón mientras  erguía una de sus espezas cejas como muestra de interrogatorio.

— No me pongas ese rostro de incredulidad Ben. Sabes lo que estás haciendo perfectamente. — Me giro y me dispongo en depositar shampoo sobre mi cabello.

Toma la botella del shampoo y se da a la tarea de enjabonar mi melena para así empezar a masajear todo mi cuero cabelludo. — Sabes que te deseo tanto que no me importaría saber que estés sangrando por tanto sexo. Simplemente no puedo saciarme de ti Khloe. Eres un maldito vicio para mi. — Se detuvo un momento para girarme y verme a los ojos. — Eres malditamente sexy y deliciosa como para apartarme de tus piernas o querer salir dentro de ti. — Acerca sus labios a los mios y me besa suavemente. Era un beso de entrega y confirmación de sus sentimientos. — Tienes mi mundo a tus pies. — Susurra sobre mis labios para luego separarse lentamente de mi boca.

Carraspeo un poco para cortar el rollo romántico y de conexión emocional que se ha instalado entre los dos. No gusto sentirme así, y no pienso cambiar por su culpa.

— Yo.. Te has llenado de jabón las cejas. — Sonrío  para relajar el momento.  — Parecieran las cejas de santa claus. — Vuelvo a sonreír pero ahora de una forma más incomoda por la seriedad que se instaló en el rostro de él.

— No necesitas sacar algún tipo de comentario chistoso para esquivar mis palabras Khloe. — El tono de su voz un tanto distante solo hizo que recorriera un escalofrío por toda mi espalda. — No necesitas hacer el tonto para decir que no te sientes igual hacia mi. — Fijó su mirada en un punto fijo del azulejo que estaba a mis espaldas. — Te veo luego. — Mencionó después de unos segundos saliendo así de la ducha y del cuarto de aseo.

Yo en cambio, no podía moverme de donde me encontraba. Tenía el peinado de Jimmy Neutron con la espuma del shampoo y el rostro un tanto descolocado por lo que acababa de suceder.

Volví a ingresar bajo en chorro de agua y dejar así que terminase su trabajo de eliminar todo rastro de espuma o jabón en mi. Pero, realmente toda esa paz interior y satisfacción se fueron por el caño después de la escena que acababa de suceder con Ben.

Estoy consciente que esto sucedería durante el viaje, conozco sus sentimientos y lo que realmente desea con migo. Pero es algo que no puedo dárselo.  No me siento lo suficientemente segura o enganchada como para permitirme en tener algo más allá de lo que ya existe. Por ello temo que al final de esta semana termine más lastimado de lo que llegué a pensar.

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Me encontraba leyendo "Amargo espejismo"  desde mi iPad en la aplicación de Wattpad, una aplicación muy buena donde puedes encontrar todo tipo de libros e historias de buena calidad.

— Así que Ben se ha enamorado de ti. —

Las palabras de Junieth hicieron que pausara mi lectura y le dirigiera mi atención completamente.

— Así es. — Mencioné mientras observaba como tomaba asiento en unas de las tumbonas que estaban a mi lado frente a la alberca.

— Tú no le amas igual. —

Elevé mis cejas con sumo asombro. Jamás hubiera esperado esta conversación con ella. Si su intención era hablar y poner las cartas sobre la mesa, tenía que prepararme para ello.

Ajusté un poco mi vestido y me acomodé en un ángulo donde no pudiera perder detalle de sus facciones.

— Eso. Es un asunto que no te interesa en lo absoluto. — Sonrío amablemente. Pero con una pizca de incomodidad. — De todas formas, gracias por el interés. Quien quita y puedas ser una de mis damas en nuestra boda. — Doy la última estocada y me vuelvo hacia el iPad para continuar con mi lectura.

— Si me interesa. — Exhala fuertemente como muestra de su enojo. — Me interesa más que a ti. Por eso he venido a advertirte que si le haces daño...

— Si le hago daño o no ese es mi problema y el de él. — Le corto de inmediato con mis niveles de furia incrementando. — Tú, — Le veo de pies a cabeza. — No eres nadie para venir a amenazarme. —

— No sabes con quien te estás metiendo Khloe Oconaill. — Se pone en pies y colocándose en frente mío. — No te creas que por tener el dinero que tienes dejo de ser una amenaza para ti. —

Remuevo las gafas y las coloco a un lado con toda la parsimonia que existiera. — Eres una estúpida en su mayor estado. — Sonrío para que le doliera menos. — Pero Ben y yo estamos felizmente prometidos y a punto de casarnos. Si en algún momento fuiste uno de sus revolcones es momento en que te olvides de él. — Desconecto mi IPad ya que esta ilusa me ha robado toda la paz que requiero para leer sobre la personalidad impenetrable de Pierre. — Así que no me interesa nada de lo que pueda salir de tu boca de ahora en adelante. — Me levanto y me encamino hacia la mansión.

— Juro que me las pagarás Khloe. — Concluye a mis espaldas antes de que yo ingresara por completo a través de la puerta.

— Si  piensas hacer cualquier tipo de idiotez en mi contra, no dudaré en mandar a desaparecer a tus padres. — Me giro para encararla y a como supuse, la valentía que tenía desde hace unos momentos se le había esfumado. — No trates de jugar con fuego cuando saldrás calcinada niñita.—