Change my mind

1.

*Horas antes*

—Pero mira que bien educas a tu hijo, es un insolente—dijo el padre de Louis—Yo me voy, esperare a ver a qué hora le da la gana tranquilizarse.

—Por favor espera, no te vayas así—dijo apresuradamente la madre de Harry.

—Me voy, creo que esto ha sido una mala idea. Vámonos Louis.

—Yo me quedo—Habló con voz dura, tal vez demasiado.

—Bien, como quieras—dijo y se fue cerrando la puerta principal de un portazo.

—Entonces... esto...—balbuceo Louis nervioso—Disculpen la actitud de mi padre.

—Es mi culpa, debí de hablar con Harry antes de todo esto—dijo Des.

—Supongo que no fue una gran idea—Louis soltó una risita aligerando el tenso ambiente que se había creado entre los tres.

No hablaron mucho durante el resto de la cena, solo intercambiaron comentarios educados de lo deliciosa que estaba, pero nunca comentarios acerca de Harry.

El padre de Harry se mostraba neutral, aunque sabía que su hijo tenía la razón y derecho a irse, aunque por otro lado solo era una rabieta, sabía que volvería más tarde y se disculparía porque eso hacia siempre.

Pero no esta vez.

Pero de pronto Louis sintió algo raro en el pecho, se obligó a sí mismo a pensar que era ridículo así que siguió actuando con naturalidad. Estaban terminando el postre cuando la criada le llevó al señor Styles el teléfono.

—Le llaman del hospital, señor. Dicen que es urgente.

— ¿Del hospital? ¿A mí? —dijo desconcertado.

Louis repetía en su mente: Que no sea lo que estoy pensando, que no sea lo que estoy pensando... Porque sabía que el vacío en su pecho se debía a que le había pasado algo malo a Harry.

Pero de repente el señor Styles dejo caer el teléfono al suelo y gritó:

— ¡Es Harry!

Louis estaba temblando, ni siquiera supo el momento en que se había subido a la lujosa camioneta de los padres de Harry. Veía todo borroso y cuando menos se lo esperaba ya habían llegado al hospital.

Cuando llegaron todo parecía suceder en cámara lenta y como si Louis lo estuviera viendo desde otro punto que no fuera el, era como una película donde él no era un personaje, sino la audiencia.

Vio a Anne y a Des preguntar en la recepción y escucho como discutían mientras el trataba de cubrirse las orejas como un niño pequeño.

— ¿Familiares del joven Styles? —preguntó el doctor con la bata llena de sangre. ¿Cuánto tiempo llevamos aquí?

—Yo soy su madre—saltó ella de su silla— ¿Cómo está mi hijo?

—Ha perdido mucha sangre y tiene una hemorragia interna, necesitamos operarlo de emergencia... inmediatamente o morirá.

—Haga lo que sea necesario. —dijo su madre al borde de las lagrimas

—La cirugía es bastante riesgosa, podría morir durante el procedimiento, pero si no operamos morirá desangrado.

— ¿Puedo... puedo pasar a verlo? Digo... por si le pasa algo

El doctor suspiró pesadamente, miro a los acompañantes de la señora Styles y asintió.

—Supongo que pueden pasar a verlo.

El padre de Louis no había ido con ellos al hospital ya que no estaba enterado de la situación, se había ido antes de acabar la cena, molesto por las palabras de Harry.

Los tres caminaron hacia la zona donde estaba Harry, este yacía inconsciente en una camilla con cientos de cables conectados a él, su camisa blanca llena de sangre y él estaba pálido. Louis casi se desmaya cuando lo ve. Él. El chico del que estaba perdidamente enamorado desde que era pequeño se debatía entre la vida y la muerte y seguramente la muerte seria quien ganaría, pero aunque el pobre Harry se encontraba peor que nunca, con un nido de pájaros en vez de cabello, a Louis le parecía hermoso.

Mientras la madre de Harry lloraba en el hombro de su esposo, Louis pudo acercarse sigilosamente para apretarle su pálida mano, besarle la frente y susurrarle un te quiero.

Tal vez si no fuera un cobarde, es decir, pudo haberle dicho a su padre que aquello de la boda era una completa locura que era demasiado precipitado casarse a los 18 y más aún cuando su futura pareja tenía tan solo 16 años.

Además del te quiero también susurro un perdóname.

Aunque sabía que Harry jamás lo iba a perdonar. >>