3.

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Abrió los ojos. Volvió a cerrarlos a causa de las luces del techo. Tenía puesta una máscara o una de esas cosas para respirar, miró hacia abajo y vio rojo, volvió a mirar hacia arriba y cayó en la cuenta de que se dirigía al quirófano.

*

Despertó, sintió algo en su garganta y comenzó a ahogarse. Trató de quitarse lo que le impedía respirar. En eso entró una doctora y le quitó el tubo que respiraba por el para colocar una cánula.

—Shh... no hables, no es recomendable que te agites

—Louis...—logró decir.

—Está afuera, le diré que pase—Harry asintió.

Louis entró con un traje raro color azul por lo que Harry dedujo que estaba en terapia intensiva.

—Joder Harry, que susto me diste.

— ¿Qué...—Intentó decir.

—No debes hablar. Te encontraron tirado en el piso en medio de un charco de sangre. La herida se abrió. No te preocupes, todo está bien. Estuviste inconsciente tres días, estas en terapia intensiva.

—Oh...—fue lo único que se le ocurrió decir.

Como siempre, mi existencia solo es para arruinar la de los demás.

Dos semanas después.

Harry miraba a la nada. Igual que siempre que estaba solo.

—Hola—Entró Louis a la habitación. Harry ni siquiera lo miró—Tengo buenas noticias, ¡La doctora Jules dijo que mañana te dan de alta! —Harry se encogió de hombros.

Últimamente había mejorado mucho en cuanto a su salud física, pero en cuanto a su salud mental... estaba cada día más amargado y deprimido.

—Veo que no te interesa... Hey ayer fue cumpleaños de mi padre y te traje una rebanada de pastel.

—No tengo hambre—dijo seco.

—Bien...

—Déjame solo.

—Harry...

— ¡Déjame solo!

Louis salió de la habitación un poco asustado por la actitud de Harry.

Al día siguiente, Harry se vistió con la ropa que Louis le había traído, le puso seguro a la puerta de la habitación y se cambió, ya que quería mirarse al espejo cuando llegara a casa. Aunque probablemente ahora viviría con Louis.

Se puso una playera blanca con unos pants grises y tenis, se puso un beannie aunque no hiciera frio, bueno, no sabía. Se puso una chamarra gris después de quitarle seguro a la puerta—ya que podía caminar pero con pasos lentos y cuidadosos—y esperó a que alguien viniera por él.

— ¿Estás listo? —dijo cuando entró a la habitación.

—Supongo.

—Bien—dijo desdoblando la silla de ruedas, cuando Harry la vio arqueó una ceja.

—No estoy inválido, Louis.

—Lo sé, es solo por precaución.

Al salir del hospital Harry sintió como los rayos de sol le daban en la cara.

—Maldita sea...—se cubrió la cara. —Louis llévame al auto.

—Creí que te gustaría ir al parque... o al cine.

Change my mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora