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— ¿Qué pasa? —Dijo Louis al notar que Harry se removió incomodo, evitándolo— ¿No quieres que te abrace?

—No es eso—Y en realidad no era eso. Le gustaba estar cerca de Louis, él lo hacía reír y le daba opciones. Le gustaba aspirar su aroma... Le gustaba Louis.

— ¿Entonces qué es? —Encendió la lamparita de noche y apagó la televisión.

—Bueno...

—Sabes que puedes contarme, somos amigos ¿no? Aunque si no quieres contarme no es necesario.

—Lo sé... pero creo que es necesario hablar de esto con alguien.

—Hazlo cuando estés listo ¿de acuerdo? —Dijo acariciando las cicatrices de sus muñecas—Tal vez pueda ayudarte y no necesariamente llevándote a un psicólogo.

—Podrías ser mi psicólogo—soltó una risita.

Después de un rato ambos se quedaron dormidos.

Definitivamente ese había sido gran avance, sin necesidad de presionar nada. Simplemente porque se dieron las cosas.

Harry se despertó primero que Louis, se quedó unos minutos admirando lo guapo que se veía dormido, con sus facciones relajadas... siempre había creído que Louis era muy guapo, incluso había sido su "crush" por un tiempo, unos meses antes de que aquel incidente sucediera... Y ahora estaba comprometido con él, se iba a casar en un mes y no lo podía creer. Harry trataba de darle una oportunidad a Louis pero simplemente no podía tener una relación amorosa con él porque sabía que en algún momento Louis querría algo más y Harry no estaba preparado... aunque por otro lado podía confesárselo todo para empezar el matrimonio sin farsas, aunque el matrimonio lo era.

Sí.

Debía decírselo todo. Así Louis podría tal vez esperarlo. Aunque por otro lado ¿Louis quería a Harry también?

Se levantó y fue al baño. Se dio cuenta que tenía un enorme bulto entre las piernas así que sacó un bóxer de su maleta. Abrió la llave de agua fría de la regadera esperando que se bajara—ya que obviamente Louis no iba a ayudarlo con su problema—No funcionó. Tomó su pene y empezó a mover su mano pensando en Louis. Sí. Se estaba masturbando pensando en él.

Obviamente Louis se despertó poco después al querer abrazar a Harry medio dormido pero no lo encontró en la cama, se estiro dispuesto a volver a dormir.

A-ah...

¡Dios Santo! Eso había sido un gemido, un gemido de Harry.

Trato de ignorarlo pensando en otra cosa, pero solo pensó en lo demacrado que Harry se veía ahora y en lo feliz que se veía antes del accidente. Había mejorado un poco en el último par de días, pero no lo suficiente como para que alguien que no fuera él notara la diferencia.

Decidió que ahora que se había ganado un pedacito de la confianza de Harry iba a ganársela toda y que además de eso iba a tratar de conquistarlo.

En verdad quería a Harry, a veces, en la madrugada iba a su habitación y lo veía dormir, porque amaba como se veía con las facciones relajadas, se veía tan tierno, tan inocente. Y no se le ocurría como alguien podría lastimar a alguien así.

Tomó el teléfono y marco al servicio a la habitación, pidió mucha comida y al colgar encendió la televisión.

Ahhh.... —Al parecer Harry había acabado por fin. Harry abrió la llave de la regadera y se metió a bañar, al salir, se puso sus bóxers limpios. Salió del baño y se encontró con un Louis despierto.

Demonios.

—Así que... ¿Disfrutando la mañana?

— ¿Lo escuchaste todo? —dije tu nombre un par de veces...

—Solo algunas cosas...

—Oops.

—Hey, está bien... somos chicos y es normal. No tiene nada de malo.

—Está bien...—dijo tímido, sentía su cara arder y sentía que no iba a poder mirar a los ojos a Louis de nuevo.

—Pedí comida, así que vamos a comer como cerdos y engordaremos mucho.

—No tengo mucha hambre...

—Harry tienes que comer, no creas que no me eh dado cuenta de que estas muy delgado y con cara de amargado. A veces te oigo sollozar en las noches y esos cortes en los brazos...

—Ya se, ya se... doy asco.

—No, no es eso y lo sabes. Es solo que estoy preocupado por ti y no quiero que te enfermes. Así que de ahora en adelante vas a comer bien.

Harry desayuno con cara de enojado aunque no lo estaba, en realidad, estaba feliz de que Louis se preocupara por él. Ese día no salieron de la recamara y cuando cayó la noche se pusieron a hablar de mil cosas.

—Una vez. Cuando estaba en la secundaria, había un chico que me gustaba y quería ir a saludarlo, así que corrí por el pasillo y al dar la vuelta en una esquina resbale por culpa de un charco de agua, fue horrible—dijo Louis—Lo peor es que parecía pipi.

Harry reía, esta era la tercera anécdota que Louis le contaba y él no tenía ninguna para contar.

—Tú no has contado ninguna—dijo haciendo puchero

—No tengo ninguna.

—Entonces... si vamos a vivir juntos tengo que saber todo lo que te gusta y lo que no.

—Bien umm... no me gusta la lluvia, pero odio el sol. Me gusta mucho leer y siempre eh creído que mi primer beso debe ser muy especial como debió serlo mi primera vez... tengo esa horrible idea en la cabeza de que encontrare al amor de mi vida y que lo sabré cuando lo conozca.... Dios hay tantas cosas

—Espera... ¿Cómo es que no has dado tu primer beso pero ya fue tu primera vez? —preguntó Louis más que confundido

—Es una larga historia, y es horrible—hizo una mueca—pero creo que deberías saber esto.

—bueno... te escucho.

—Es que... no sé cómo decírtelo...

—Solo dímelo, Hazz... prometo no gritarte ni decir o hacer nada malo.

—Louis me violaron—soltó de repente.

—... ¿Qué?


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