Change my mind

8. HoneyMoon

*Nota: Este capítulo contiene mucho smut, si no te gusta, no leas. Probablemente de ahora en adelante habrá mucho smut, si no te gusta no sigas leyendo la fan-fic*

No esperaba encontrarse con Louis ya que siempre estaba dormido cuando bajaba a desayunar.

—Harry... —abrió los ojos desmesuradamente— ¿Qué haces despierto?

—Yo... tenía hambre.

—Lindos boxers—dijo volteándose para abrir el refrigerador.

¿Boxers? Pero si yo no traigo puestos los...

—Mierda, Louis—dijo cubriéndose con un plato—Que vergüenza—se puso completamente rojo, y si antes había sufrido de sonrojos esto no se comparaba nada con los demás—Louis lo lamento, no sabía que... no recordaba que... Ugh olvídalo, iré a vestirme. —dijo subiendo las escaleras.

—No olvides regresar el plato a la cocina.

Zayn tenía razón—pensó Louis—Tiene la octava maravilla del mundo entre las piernas

Harry se vistió y se vio en el espejo, aún estaba rojo como un tomate. Así que decidió hacer sus maletas para el viaje, llevó de todo; pantalones, trajes de baño, suéteres, playeras, etc. Después bajó a encontrarse con Louis.

—Pareces un tomate con pelo—dijo arqueando una ceja.

—Basta—dijo Harry apenado— ¿Cuándo nos vamos?

—Me alegra que lo preguntes, porque el vuelo sale en dos horas.

— ¿A dónde vamos a ir? —Preguntó—Ya sabes para saber qué es lo que debo llevar, ya hice mis maletas pero ya sabes... aún hay tiempo.

—Iremos a dos lugares, en realidad no estoy muy seguro del clima así que lleva de todo.

Ambos subieron a terminar de empacar las cosas, al terminar subieron las cosas al auto, después pasaron a despedirse de los padres de Louis.

— ¿Qué tal su noche de bodas? —preguntó Jay pícaramente.

— ¡Mamá! —gritó Louis abochornado.

— ¿Qué?

— ¡Por favor!

Después de despedirse, se subieron de nuevo al auto. Harry no dejaba de mirar a Louis con una ceja arqueada.

— ¿Qué es lo que me ves? ¡Deja de mirarme así! Me das miedo

—Uy perdón. —dijo riendo

— ¿No quieres despedirte de tus padres?

—No—dijo en tono despectivo.

El viaje, a decir verdad, fue bastante largo. Aunque ninguno lo notó lo suficiente ya que se quedaron dormidos en los primeros diez minutos de vuelo, al llegar subieron las maletas a un auto que Louis había rentado.

— ¿Dónde estamos?

— ¿Alguna vez has visto crepúsculo?

— ¿Enserio? —preguntó Harry emocionado.

—Sí, así es.

Subieron al auto y Louis condujo por 45 min aproximadamente hasta llegar a una linda y pequeña cabaña en el bosque.

—Es muy bonita—dijo Harry.

—Pensé que te gustaría, veo que por ahora no hace tanto frio.