La cabeza dolía. Mucho. Intentó moverse pero nada le respondía.
— ¿Despertara? — ¿Esa la voz de su padre? Taladraba fuertemente en su cabeza
—Por ahora se encuentra en estado de coma. Perdió mucha sangre, por ahora no sabemos si hay daño cerebral debido al impacto.
— ¿Despertara? —volvió a preguntar esa voz. ¡Mierda solo cállate!
Su padre tenía la voz más fuerte y dura de todo el mundo, aunque estuviera feliz con el pareciera que lo estuviera regañando todo el tiempo.
— ¿Doctor? —La voz de su madre, inconfundible.
—Tiene un cinco por ciento de probabilidades de recuperarse.
Mi entrada me duele, mi maldita entrada no deja de arder.
De pronto algo hizo que perdiera completamente la conciencia, probablemente su cabeza o la anestesia o su falta de ganas de estar consiente.
Su cabeza seguía doliendo mucho al igual que el resto de su cuerpo, no sabía cuánto tiempo duraban esos pequeños lapsos en los que estaba consciente y no podía abrir los ojos.
—Van dos semanas y no despierta—dijo su padre evidentemente irritado.
—Lo dices como si fuera una máquina. Tal vez sea mejor que no despierte.
—Tengo que arreglar las cosas con Tomlinson.
—Nada que sea más importante que Harry. ¿No te preocupas por él? Si estuviera despierto querría que su padre lo apoyara, no que lo viera como un negocio.
—Tienes razón... No debí dejar que se fuera. —dijo con culpa. —Está aquí por mi culpa.
Dos semanas atrás
Harry se arreglaba para la cena que habría esa noche en su casa. El mejor amigo y socio de su padre vendría a cenar junto con su hijo, Louis. Los dos muchachos se caían bien, habían convivido desde la infancia, Louis era un chico muy simpático y además era gay al igual que él. Ninguna de las dos familias tenía problema con eso.
Pero en el mundo de los negocios, todo se ve como negocio.
—Harry—dijo su padre a mitad de la cena.
— ¿Si?
— ¿Qué piensas de Louis? —Louis lo miró atentamente.
— ¿Por qué me lo preguntas? —El color rojo empezaba a subir por sus mejillas. Louis era muy guapo, pero no podía verlo como algo más.
—Bueno—dijo el padre de Louis—pensamos en fusionar nuestras empresas—No...—Y pensamos hacerlo, con un matrimonio.
— ¡NO! —Gritó Harry.
Louis era solo su amigo, ni siquiera hablaban mucho, y aunque le gustara ¿Qué mierda iba a hacer casándose a los 16?
El problema era que a Louis le gustaba Harry. La verdad era que se lo dijo a su padre y en medio de su conversación de chico enamorado dijo "ojala pudiera casarme con él". Louis siempre obtuvo lo que quería, no por eso era alguien creído o egoísta, pero esta vez quería a Harry.
Y su padre se lo consiguió.
— ¿Por qué no? Creí que te agradaba—dijo el padre de Harry evidentemente queriéndolo dejar en ridículo.
ESTÁS LEYENDO
Change my mind
RomanceUna violación. Un accidente. Dos chicos. Un chico. Dicen que las personas deben estar enamoradas para casarse. No es cierto. A veces, se necesita estar roto para enamorarse. *** No estoy muy segura del titulo así que probablemente lo cam...